El presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, aseguró ayer que ya ha empezado a trabajar en los presupuestos del año próximo, antes de lo que suele ser habitual, para que así el 1 de enero no estén solo aprobados, sino listos para empezar a ejecutarse. Además, valoró como «una buena noticia» que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, tenga ahora intención de hacer efectivas las entregas a cuenta a las comunidades autónomas y se desbloquee una situación que, de seguir como estaba, iba a producir una «asfixia» en los entes regionales. Aragón debería recibir unos 400 millones de euros.

Lambán recordó que ese dinero «no es del Gobierno de España», sino del Gobierno de Aragón y de todas y cada una de las comunidades y confió en que se resuelva «satisfactoriamente del todo», ya que no está claro que finalmente se reciba la cantidad completa que se pretende desde el Ejecutivo autonómico. Así, señaló que también está por aclarar si se incorpora el IVA del año 2017 y el impuesto de los hidrocarburos.

El socialista realizó estas declaraciones con motivo de la inauguración de las I Jornadas de la Orden de San Juan de Jerusalen, que se celebran este fin de semana en la localidad cincovillesa de Castiliscar. Lambán afirmó en su intervención que comparte en gran medida la «irritación» de los españoles ante el bloqueo que ha llevado a una repetición electoral y ante una política que «no ha estado en modo alguno a la altura de las circunstancias».

"IRRITACIÓN" ELECTORAL

El responsable de la DGA consideró que observa una «irritación» que comparten también los presidentes autonómicos y los alcaldes, que llevan cuatro años sin tener en Madrid un Gobierno consolidado que sea un interlocutor válido para afrontar todos los retos que tienen por delante.

Así, lamentó que, en los cuatro años que lleva de presidente autonómico, haya vivido tres elecciones generales y que no ha podido hablar con presidentes o ministros que tuvieran un panorama despejado de tres o cuatro años para tomar decisiones, por lo que reclamó «en nombre de los aragoneses» que por fin se forme ese gobierno.

Y aunque dijo comprender la «irritación» de la ciudadanía, añadió que deben entender también que han de ser ellos quienes pongan fin a la situación de interinidad que vive España mediante un nuevo ejercicio de responsabilidad en las urnas. Por eso pidió un voto «responsable».