El presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, calificó ayer de «mezquina y cicatera» la actitud del Ejecutivo central frente al parador de Veruela, con las inversiones prácticamente terminadas y que permanece cerrado.

Así lo señaló a los medios con motivo de una visita a varios enclaves de la zona del Moncayo, entre otros el real monasterio de Santa María de Veruela, donde las obras del parador nacional siguen pendientes de finalización.

Lambán lamentó que «se sigan perdiendo oportunidades para la zona cuando todo está en perfecto estado de revista» y cuando, según recordó, la previsión era que estuviera terminado en dos años desde que en el 2008 se colocó la primera piedra del nuevo parador.

El titular del Ejecutivo autonómico criticó la «desidia» del Gobierno de España tanto con Aragón como con «España en su conjunto» y «sobre todo con el medio rural, que está más necesitado de inversiones» y de lo que Veruela es «la metáfora perfecta».

Lambán manifestó que Aragón «vive un momento espléndido» de desarrollo económico y empleo pero que para poder aprovecharlo sería necesario una serie de inversiones de capital físico como carreteras y comunicaciones.

Sin embargo, acusó al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, de «pasivo a la hora de coger el toro por los cuernos» como ha sido en el caso del parador de Veruela, pese a estar hechas las inversiones.

No obstante, precisó que este proyecto es uno de los 10 asuntos que se pusieron sobre la mesa en la última reunión que mantuvieron ambos presidentes y que están tratando los jefes de gabinete de ambas administraciones por lo que espera que «se desatasque y eche a andar, si no el presidente me defraudaría profundamente», advirtió.

Para el presidente de la Diputación de Zaragoza, Juan Antonio Sánchez Quero, la apertura del parador «se está convirtiendo en el cuento de nunca acabar», al recordar que en el proyecto del 2016 estaba previsto un plazo de ejecución de las obras de 26 meses para que estuviera en funcionamiento durante la Exposición Internacional del 2008 de Zaragoza, pero que luego se aplazó al 2010 y al 2014 y en el 2018 todavía sigue sin abrir.

Sánchez informó de que ha enviado dos cartas al Gobierno y de que también se ha reunido con la secretaria general de Turismo y con el director de Turespaña para tratar de conocer los planes respecto a su apertura, que redundaría en beneficio del desarrollo de los pueblos del Moncayo y permitiría poder rentabilizar los 24 millones invertidos. Además ha asegurado que la Diputación ha cumplido todos sus compromisos con la inversión de un millón de euros, la ejecución de los accesos de evacuación y el ensanchamiento puertas.