El Gobierno de Aragón se ha comprometido ante la patronal de regantes a mantener su apoyo al desarrollo de los regadío «en su formulación actual». Es decir, tras asumir los últimos varapalos judiciales que han obligado a limitar el plan de expansión de obras hidráulicas en los Monegros y han reducido la capacidad de proyectos como Yesa o Biscarrués. Con todo, el presidente del Ejecutivo, Javier Lambán, señaló que la apuesta vigente es suficiente para la «regulación sostenible de los ríos» y consideró que la modernización del sector primario «va en la línea de la lucha contra el cambio climático».

Este convencimiento, según dijo, también contribuye a mantener la actividad humana en las zonas rurales. «Transformar los secanos en regadíos no es una antigualla, pues sirve para combatir la despoblación y permite crear ecosistemas que reducen el cambio climático», expresó. Aunque también calificó de «disparate» los planes europeos de reservar a la biodiversidad el 10% de la superficie agraria.

Para confirmar esta apuesta por los riegos, el dirigente socialista anunció una nueva convocatoria de su ejecutivo de 30 millones de euros para modernización de regadíos, con cargo al Programa de Desarrollo Rural de Aragón, que se publicará entre marzo y abril. Este nuevo montante, unido a los 48 millones que ya ha destinado la DGA a este fin desde el 2016, suma 78 millones.

Lambán destacó que sigue defendiendo «todas y cada una» de las obras de regulación comprometidas «y las que, incluso, como consecuencia del diálogo» se puedan concretar en el futuro. De este modo recordó su «apuesta personal» por el recrecimiento del pantano de Yesa y por el resto de obras recogidas en el Pacto del Agua, aunque teniendo en cuenta la revisión que se llevó a cabo en el 2008 «más que en su redacción inicial».

Regulaciones

Por su parte, el presidente de la comunidad general de Riegos del Altoaragón, César Trillo, fue muy crítico con las regulaciones ambientales a las que tiene que hacer frente el sector, hasta el punto de considerar que pueden hacer inviables muchas de las explotaciones. Además, durante la celebración de una jornada informativa telemática, pidió un plan de riegos mucho más ambicioso. «Hemos concedido al sector ecologista lo que no había conseguido desde el año 95 hasta el día de hoy; de un plumazo lo han conseguido todo», lamentó, subrayando que el río Ebro está regulado al 50% de su capacidad, cuando otros ríos alcanzan y superan el 100%.

De este modo criticó que con las últimas resoluciones judiciales se han desestimado hasta 36 obras hidráulicas pensadas para aumentar la capacidad del sector.

Lambán también ha destacado que 20.000 de las 30.000 hectáreas que se proyectan transformar en regadío en Aragón ya disponen de cobertura presupuestaria, y ha anunciado que a lo largo de este año se prevé impulsar la transformación del Sector 8 de Monegros, una reivindicación que ha calificado de "histórica".

Ha señalado que desde 2016, el Gobierno aragonés ha destinado 48 millones de euros a subvencionar la modernización de regadíos, cantidad a la que se sumarán este año otros 30 millones a partir del próximo mes de abril.

Y ha expresado su confianza, además, en que Aragón reciba una "buena parte" de los 563 millones de euros de los que dispondrá este año el Ministerio de Agricultura para la modernización de regadíos.