Los presupuestos que se aprobaron el miércoles no serán los últimos de la legislatura. O al menos, el presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, intentará que no lo sean. Durante una visita a una empresa cárnica en Teruel, salió al paso del mantra esgrimido por la oposición según el cual los grupos de izquierda no serán capaces de pactar de nuevo unas cuentas para la comunidad. «El segundo año ya se decía que serían los últimos, pero ya dije que confiaba en que habría unos terceros, y ahora repito mi respuesta de entonces: es muy posible que haya unos cuartos presupuestos», aseguró.

Lambán defendió que los partidos que sustentan al Ejecutivo están «actuando con mucha responsabilidad» y señaló que tratar de aprobar unas nuevas cuentas «es lo normal y lo razonable en una legislatura».

De hecho, el dirigente socialista se mostró satisfecho después de haber puesto fin a la prórroga del presupuesto del 2017, aunque haya sido con dos meses de retraso. «Es el proyecto que necesita la comunidad, y además obedece rigurosamente a los compromisos electorales adquiridos por PSOE, CHA, Podemos e IU», dijo.

Lambán defendió que el proyecto, a pesar de las duras críticas que han recibido desde el centroderecha, «culmina la recuperación de los servicios públicos» y pronosticó que permitirá «recuperar poco a poco» niveles de inversión a los que existían antes de la crisis.

El responsable de la DGA avanzó que el objetivo para esta parte final de la legislatura estará en las políticas de innovación y de creación de empleo. Estamos trabajando en la creación de entornos favorables al crecimiento económico», aseguró.