Repetir al frente de un Gobierno no siempre es fácil y menos cuando depende de cuatro fuerzas políticas, pero el socialista Javier Lambán, un municipalista de pro, lo ha conseguido en Aragón, doctorándose en el arte de los pactos.

Hace cuatro años, Lambán recuperó el Gobierno de Aragón para el PSOE gracias a sus alianzas con la izquierda, de coalición con CHA y programáticas con Podemos e IU, con el parlamento aragonés más fragmentado hasta la fecha, con siete fuerzas políticas.

Esas alianzas, aún con dificultades, le permitieron sacar adelante un "grado", con tres presupuestos para atender prioritariamente la recuperación de la sanidad, la educación y los servicios sociales, además de la generación de empleo y el crecimiento económico.

Pero el bagaje de cuatro años no ha sido suficiente para que la izquierda repitiera su suma en las elecciones del pasado mes de mayo, que dieron entrada a ocho partidos en las Cortes, más que nunca.

Pero Lambán, en un quiebro en el tablero político, amarró su investidura con un primer pacto con el PAR, el "clavillo del abanico" que fue socio del PSOE durante doce años en el Gobierno de Aragón y después con el PP de Luisa Fernanda Rudi.

Lambán neutralizó así la formación de un gobierno del centroderecha sustentado con Vox, que hubiera sumado mayoría absoluta en el parlamento aragonés.

Un caso "ejemplar" que para el propio Lambán puede que no sea susceptible de estudiarse en las facultades de Ciencias Políticas, pero sí para que algunos exalumnos de la Complutense -quizá Pablo Iglesias- lo tomen como referencia para desenvolverse en la política actual "con más sabiduría y más prudencia".

A punto de cumplir 62 años, y más sensible y humano tras nacer hace unas semanas su primera nieta, Vera, Lambán tendrá cuatro años para sacarse un máster y un doctorado en pactos, y no lo va a tener fácil por las claras diferencias de Podemos y CHA con el PAR en materia impositiva, ambiental o educativa.

Tiene a su favor su carácter pragmático y su dilatada experiencia política, que comenzó en 1983 en su localidad natal, Ejea de los Caballeros (Zaragoza), de la fue alcalde de 2007 a 2014, además de presidente de la Diputación de Zaragoza desde 1999 hasta 2011, diputado en las Cortes de Aragón desde ese año y secretario general del PSOE aragonés desde 2012.

Nacido en 1957, casado y con una hija, y una nieta, es licenciado en Historia Contemporánea por la Universidad de Barcelona y doctor en Historia, fue profesor de lengua, latín y griego en Ejea y se dedica en exclusiva a la política desde 1991.

Afiliado al PSOE y a UGT desde 1983, es un republicano convencido y confiesa su admiración por el Real Madrid -aunque dio sus pasos como juvenil en el Real Zaragoza-, por políticos como Manuel Azaña, Indalecio Prieto y Felipe González, por Carlos Gardel y, por encima de todo, por dos cantautores catalanes: Lluís Llach y Joan Manuel Serrat, del que se considera amigo.

Es un fanático de la lectura y con una memoria prodigiosa, tanta que prescinde de papeles para sus discursos e intervenciones, salvo los de investidura o los debates sobre el estado de la comunidad, para no excederse en el tiempo.

Es cercano en las distancia cortas, socarrón e irónico y peca de una ligera "incontinencia verbal" en las redes sociales, que poco a poco va controlando.