El presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, ha emplazado hoy al líder de Podemos en la comunidad, Nacho Escartín, a empezar a negociar "cuando quiera" los presupuestos de 2019, que no recortarán ningún servicio y supondrán una expansión del gasto social.

La invitación la ha formulado el presidente en el transcurso de una comparecencia en el Pleno de las Cortes en el que el propio Escartín le había pedido que informara sobre las disminuciones de ingresos planeadas por el Gobierno, debido a la futura reforma del impuesto de Sucesiones, y los servicios públicos e inversiones que se verán afectados si, como se prevé, las arcas públicas dejan de ingresar en torno a 40 millones de euros con la reforma.

En 2019 "tendremos más ingresos de los que podremos gastar", ha dicho Lambán, algo que ha achacado a la estricta regla de gasto que establecen el Estado y Europa para las autonomías, aunque se elaborará un proyecto de presupuestos expansivo en las políticas sociales.

Y es que, según ha explicado, esos 40 millones que se dejarán de ingresar por la reforma de Sucesiones pactada por el PSOE y Cs y que el Ejecutivo ya ha aprobado en forma de proyecto de ley se compensarán "simplemente" con el incremento de ingresos previsto con el impuesto de hidrocarburos que el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha aprobado transferir a las autonomías "gratis et amore".

Supondrá un incremento de 25 millones de euros, que se sumarán, además, a alrededor de otros 10 procedentes de la subida de la recaudación del impuesto de Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados, que crecerá por la mejora de la economía.

Por eso, ante las críticas de Escartín, quien ha lamentado la "deriva conservadora" del PSOE al pactar con Ciudadanos una reforma que "olvida la proporcionalidad" y que no cuenta con la mayoría de la Cámara, Lambán ha sugerido a Podemos que "deje de mirar a su ombligo" y empiece a pensar en los aragoneses.

Escartín ha lamentado que el PSOE haya preferido "abrazar el liberalismo económico" de Ciudadanos para firmar una reforma que hace que ahora solo vayan a pagar el impuesto 167 personas.

El presidente ha justificado el acuerdo con la formación naranja porque en esta ocasión el debate en torno al impuesto de Sucesiones "no es tanto ideológico sino sobre modelo de país".

Es decir, sobre si es justo que en una comunidad se pague más que en otra, y por eso el PSOE ha buscado acuerdos "más allá del ámbito de la izquierda", algo que le ha censurado CHA, su socio de Gobierno.

"No fue difícil ponerse de acuerdo -con Ciudadanos- y no lo hicimos de espaldas al socio", con quien luego, según ha recordado Lambán, se pactaron algunas modificaciones para introducirlas en el proyecto de ley.

El portavoz de CHA, Gregorio Briz, sin embargo, ha indicado a Lambán que el acuerdo para la modificación del impuesto debería haber llegado a las Cortes precedido en primer lugar "por la lealtad" y, en segundo lugar, tras agotar la búsqueda de acuerdos desde la izquierda.

Escartín, por su parte, ha insistido en que Podemos "está por cambiar el impuesto", pero sin eliminar su progresividad ni la condición de patrimonio preexistente que hasta ahora estaba fijado en 402.000 euros como límite para pagar al heredar.

Para Podemos, el sistema fiscal en España "no es justo ni progresivo" y por eso debería de haber una armonización, incluso a nivel europeo, que tuviera en cuenta otras cuestiones, como la dispersión o el envejecimiento de los territorios para el reparto de fondos.

Los objetivos de la reforma de Sucesiones, que van en esta línea, los ha detallado Lambán: armonizar el impuesto con el resto de España, librar a las clases medias del pago del mismo y dar una solución al problema "puramente coyuntural" hasta que el Estado, que es el competente, lo reforme en el seno del Consejo de Política Fiscal y Financiera y en relación con la modificación del sistema de financiación autonómica.

Desde Ciudadanos, Susana Garpar ha lamentado el "auténtico ataque de cuernos" de Podemos, que tiene un discurso "plagado de demagogia y mentiras".

La opción de Ciudadanos es posibilitar que el dinero esté en los bolsillos de los aragoneses, en lugar de recaudarlo, porque de esta forma "se reactiva la economía", y Gaspar ha emplazado a todos los grupos a empezar a hablar de una gestión "más eficaz y eficiente", es decir, no a gastar más sino a gastar mejor.

El popular Antonio Suárez ha advertido a Podemos de que con el acuerdo con Ciudadanos, el PSOE le está "tomando el pelo" y "arrinconándole" por interés electoral, al haber descubierto Lambán que no sumará con la formación morada tras las próximas elecciones.

Desde el PAR, Arturo Aliaga se ha comprometido a trabajar para llegar a un acuerdo cuando se debata la ley, pero también le ha pedido a Lambán que tenga en cuenta que al hablar de armonización fiscal no se puede dejar de lado al autogobierno y a la capacidad autonómica de gestionar tributos.

Lambán ha coincidido en que no se puede renunciar al margen fiscal que cada autonomía tiene, pero siempre desde la corresponsabilidad y la solidaridad y con el establecimiento de unos máximos y unos mínimos exentos que debería de fijar el Estado.

Finalmente, desde el PSOE, Javier Sada ha explicado que la decisión de tramitar la reforma por el procedimiento de lectura única se debe al ánimo de hacerlo más rápido y que pueda entrar en vigor cuando antes y no a hurtar ningún debate.