Los líderes de Aragón, Javier Lambán, y de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, mantuvieron ayer una reunión en Molina de Aragón, en la provincia de Guadalajara, en la que clamaron por un nuevo modelo de financiación que atienda el principio constitucional que garantiza la igualdad de oportunidades para todos los españoles vivan donde vivan.

Ambos líderes firmaron una declaración institucional conjunta en la que solicitan que «los principios de suficiencia, autonomía financiera y seguridad jurídica de las comunidades autónomas no estén a expensas de la situación política nacional y que no dependa, entre otras cuestiones, de la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado».

Asimismo, la declaración contempla que se abone a las comunidades autónomas en el 2019 el importe de la mensualidad del IVA no ingresada en el 2017, así como «desligar la comunicación de las entregas del año 2020 a cuenta del presupuestario nacional».

En este sentido, el presidente Lambán recordó que Aragón y la comunidad de Castilla-La Mancha comparten problemas pero atienden sus obligaciones. Señaló que todo este año 2019 han estado operando con presupuestos prorrogados, además de que hay «tensiones de tesorería» por no tener disponibles las entregas a cuenta de este año.

«Tenemos el compromiso del ministerio de que las tendremos», aseguró no obstante Lambán, quien insistió en lo «difícil de esta situación de interinidad». Reparó, además, en que son más de 80 millones de euros los que faltan por la liquidación del IVA del 2016, algo que es un «lastre» para las cuentas aragonesas.

«Esperamos resolverlo de manera pacífica y sensata, si no tendremos que recurrir a otro tipo de fórmulas», advirtió. En ese sentido, urgió a contar con esas entregas a cuenta porque «necesitamos el cálculo de entregas a cuenta para el 2020 y el cálculo de déficit para orientar nuestros trabajos», indicó .

IGUALDAD

Sobre despoblación, puso el acento en que ya se trata de «un reto de Estado», apuntando que es «un error aislar cada caso concreto de una visión panorámica general que tiene que ver con el modelo de país» que se pretende en el siglo XXI.

Para Lambán, el problema del reto demográfico se resuelve «pensando en una España del siglo XXI basada en la igualdad de todos los ciudadanos». «Tenemos que pensar cómo afrontar la España rural, que debe tener oportunidades equiparables a las que tiene la España del litoral», manifestó, algo que pasa por que las regiones más afectadas «tengan más oportunidades».

Según el presidente aragonés, hay que reclamar «políticas concretas y no varitas mágicas». Servicios, oportunidades de empleo y reforma de la financiación autonómica que «tenga en cuenta el coste por persona de los servicios que se prestan» son las recetas de Lambán contra la despoblación, a lo que ha sumado una nueva PAC que se está negociando ahora y que «debe atenerse a favorecer a productores y pequeños agricultores» más allá de seguir primando a otro tipo de actividades agrarias.

El reto demográfico es algo de lo que «cada vez se sabe más», y regiones como Aragón «se están dotando de figuras que horizontalizan las políticas, como los comisionados respectivos» creados en las dos regiones.

En este punto, sugirió a ambos comisionados por el reto demográfico de Aragón y de Castilla-La Mancha estar en permanente interlocución, recordando que administraciones como ayuntamientos y diputaciones son también «fundamentales» para abordar estas estrategias.

Por su parte, el presidente castellanomanchego, Emiliano García-Page, también avisó de que a Castilla-La Mancha «no le va a valer una propina, ni un fondito», tras lo que recordó que en una localidad como Molina de Aragón cuesta mucho más atender un infarto que en Sabadell.

Aunque reconoció haber «avanzado mucho» en pocos años en materia de despoblación, recalcó que «no toda la despoblación es la misma», ya que en el caso de su región no es similar el problema de zonas de montaña o en La Mancha.