El presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, reconoció este viernes su «profunda decepción» por que la primera fábrica de baterías para vehículos eléctricos de España, a la que aspiraba Zaragoza, se instale finalmente en Cataluña, cerca de Martorell, donde Seat adapta su planta para la producción de estos coches. Unas declaraciones del líder autonómico que llegan después de que la ministra Reyes Maroto anunciara el jueves que el Gobierno creará un consorcio público-privado con SEAT-Volkswagen e Iberdrola para montar esta fábrica en la provincia de Barcelona.

Lambán recordó que el Gobierno de Aragón fue el primero que manifestó su interés por la instalación de esta pionera infraestructura en su territorio y que incluso una delegación de la DGA, con los consejeros de Economía, Marta Gastón, y de Agricultura, Joaquín Olona, se desplazó a China para contactar con los fabricantes de estas baterías eléctricas que, por el momento, se fabrican «prácticamente solo en Extremo Oriente».

«Fuimos los primeros que le hicimos saber al Gobierno de España nuestro interés y los primeros que tuvimos contactos con fabricantes chinos. Entendíamos que Aragón reunía todas las condiciones para albergar esa fábrica», lamentó Lambán, quien definió Zaragoza como «el epicentro de las fábricas de automóviles de España».