--No es habitual que un político pida perdón, pero usted lo hizo. ¿Qué ha hecho mal el Gobierno de Aragón en la pandemia?

--Hemos tenido un afán de superación sabiendo que nos enfrentábamos a un fenómeno totalmente desconocido, que nos desbordaba, con unos sistemas sanitarios que no están dimensionados para hacer frente a estas situaciones. Y eso ha conducido a situaciones complicadas que se pueden considerar errores. Empezando por la falta de materiales al principio, que nos causó mucho dolor personal. Pero al mismo tiempo hemos tenido capacidad de reacción para enmendar errores. Debo reconocer que, tras 9 meses, estamos lejos de saber todo sobre la pandemia.

--Según los sanitarios, la vacunación es el inicio del fin. Pero, ¿cuándo terminará y estarán vacunados todos los aragoneses?

--Cuando estén en toda España. Hay algo que se está haciendo bien que es simultanear el proceso de vacunación en todo el país. Al final de la primavera podríamos estar en una situación en la que técnicamente podríamos dar por superada la pandemia. Y a partir de ese momento, dedicarnos exclusivamente a la recuperación social y económica. Pero para que eso ocurra, tendrá que ir bien la vacunación. Y para vacunar a todos los residentes es fundamental que no haya contagios en los centros. Pero esa previsión de fin de primavera no es descabellada.

--La vacunación ha empezado en las residencias, donde más han sufrido. ¿Cómo valora su gestión?

--Alabo el trabajo que han hecho las direcciones y los trabajadores, pero les correspondió hacer frente a una situación para la que ellos tampoco estaban preparados. Las personas mayores pluripatológicas eran con quienes el virus se cebaba de manera especial. En Aragón es donde más porcentaje de personas en centros de mayores hay, y somos una comunidad envejecida. Por eso, es explicable que en el cómputo general de letalidad hayamos tenido algunas circunstancias específicas. Las residencias han ido poco a poco mejorando la gestión.

--¿Y la gestión del Gobierno?

--El Gobierno ha estado siempre a su lado. María Victoria Broto se ha dejado la piel desde el primer momento, poniendo medios, ayudas y mecanismos novedosos como los centros covid. Hemos aprendido lo suficiente como para tener más o menos claro cómo tiene que ir el futuro de estos servicios, y alguno de los proyectos que miramos con más cariño de los que pretendemos financiar con fondos europeos, tiene que ver con la economía de los cuidados.

--¿De qué proyecto habla?

--Consiste en modernizar las residencias incorporando nuevas tecnologías, la digitalización y mejorar la prevención. Se ha trabajado con Castilla La Mancha y Castilla León y lo presentaremos juntos.

El hospital de la Feria de Zaragoza, ¿se va a desmantelar?

Dentro de la precaución que ha caracterizado la gestión desde un principio, y de no escatimar recursos, el hospital se levantará cuando esté absolutamente claro que no se va a usar. Me atrevería a decir que no se va a utilizar. Pero hasta que podamos dar por vencida la pandemia, imagino que lo mantendremos habilitado.

--Ha habido muchas llamadas a la responsabilidad social. ¿Ha habido irresponsabilidad en Aragón?

--Mayoritariamente, la población ha sido responsable. Pero la responsabilidad ha sido directamente proporcional a la edad. Muchas veces hemos tenido que hacer llamamientos porque por coincidencia de fiestas o circunstancias sociales se pensaba que se es inmune al virus por estar con la familia o los amigos. Ha habido momentos en los que los jóvenes se consideraban inmunes, pero sus padres y sus abuelos no lo eran. Hemos intentado concienciar y seguiremos haciéndolo, porque sería un error imperdonable por parte de la ciudadanía y de las instituciones confundir vacuna con inmunidad. Hasta que realmente haya inmunidad, pasarán meses. Hay que extremar las medidas porque los riesgos son los mismos.

--Ha pedido más vigilancia a las Fuerzas de Seguridad. ¿Sabe cuántas sanciones han puesto y si la ciudadanía las paga?

--(Duda) Igual que Sanidad no estaba preparada para una pandemia, aún lo estaba menos para poner centenares de sanciones por incumplimiento de las normas. Al principio, la tramitación de las denuncias fue excesivamente lenta, hasta que eso se ha externalizado y desde hace dos semanas se empiezan a tramitar con celeridad. Espero que pronto nos pongamos al día para su efectivo abono.

--La hostelería, el comercio, la nieve o la cultura piden ayudas y algunos se quejan de que no han sido muy generosos...

--Primero, varias administraciones estamos concernidas por los problemas que generan las restricciones: los gobiernos de España, los autonómicos y los ayuntamientos. Y hemos ido respondiendo. Ha habido muchos ayuntamientos que, más allá de gestos vacíos, han aportado subvenciones directas a los bares, a los autónomos. El Gobierno de Aragón ha sido criticado por el sector porque las ayudas en su opinión han sido demasiado exiguas, pero desde el punto de vista de nuestra economía, han sido considerables.

--Dicen que en otros lugares han ayudado más a la hostelería.

--Depende de cómo se hagan los cálculos. Algunas comunidades han presentado partidas del 2021 en el 2020, hay préstamos que se consideran subvenciones directas… Aragón no ha sido de las peores, con 11 o 12 millones de ayudas directas a la hostelería y turismo, ayudas a los feriantes, movilización de avales y préstamos. Un volumen importante de ayudas, a las que hay que sumar los ertes del Gobierno de España y las de los ayuntamientos. Ahora trabajamos en otro paquete, donde vamos a mejorar la coordinación entre administraciones (diputaciones, comarcas y ayuntamientos) para invertir más recursos y, sobre todo, que sean más efectivos. Hemos considerado que es mejor invertir el dinero en bonos porque eso moviliza más recursos.

--En septiembre se dijo que la Estrategia de Recuperación se había cumplido al 70%.

--Cuando se habla de porcentajes no es tanto que cada medida haya sido desarrollada en su totalidad, que eso ocurrirá en varios años, sino que se ha empezado a trabajar en ellas. Un primer momento de desarrollo fue el decreto de junio, con 500 millones; hay un segundo momento, fundamental, los presupuestos, y están los fondos europeos. La estrategia tiene un recorrido, como mínimo, de cuatro años. El 70% de las ideas ha empezado a ponerse en marcha.

"El día a día ha ido resolviendo todas las dudas sobre el cuatripartido, salvo los problemas que son ya sabidos»

--Logró la transversalidad casi total en esa estrategia, ¿pensaba que lograría más apoyos en el presupuesto, o sea, el del PP?

--Sinceramente, esperaba que sí. Que en una situación de excepcional gravedad, por la que jamás habíamos pasado, el PP, que había suscrito la estrategia, se sumaría también a la aprobación del presupuesto. Pero desde el primer momento, vi que no iba a estar en la aprobación ni en la negociación, y que tenía la determinación de ejercer de oposición convencional, a la antigua usanza. Me ha sorprendido y me ha supuesto una cierta decepción, pero espero que al año que viene podamos recuperar el grado de acuerdo que existió cuando se aprobó la estrategia. Ciudadanos e IU tuvieron claro que iban a apostar por aprobar el presupuesto, considerándolo vinculado a la estrategia. El PP se desentendió. Con Vox, ni siquiera llegamos a hablar.

--El PP llegó a decir que habría que revisar la estrategia.

--Aprobar estos presupuestos en estas circunstancias, desde el punto de vista intelectual, cuesta bastante menos esfuerzo que buscar excusas para no aprobarlos. Por una vez, hay mucho dinero para recuperar servicios públicos, 400 millones más que en el presupuesto anterior; para recuperar la economía… Razones de peso para negarse a aprobar este presupuesto no hay absolutamente ninguna. Gastan más energías en buscar excusas que las que hubieran necesitado para aprobarlo.

--Los proyectos estratégicos de Amazon y BonÂrea se ven avanzar. ¿Va a haber otros nuevos?

--Se están desarrollando los dos a velocidad de crucero y va a haber más proyectos estratégicos importantes. Ahora estamos muy centrados en salvar a los eslabones más débiles de la cadena productiva, que son los más afectados por el covid. Tenemos que tratar que la hostelería, el turismo, la cultura y los gimnasios, que se han visto más afectados, que no estén desamparados y ninguno se quede atrás. Pero por otra parte, estamos alineados con el propósito del Aragón verde, social y digital, que ha venido a ser refrendado por el plan de Recuperación, Reconstrucción y Resiliencia del Gobierno de España, que coincide con esos objetivos: la digitalización de la economía, la transición justa, la automoción de la electromovilidad, agroalimentación adaptada a los nuevos parámetros, renovables, logística, que va a conocer un impulso aún mayor… El futuro de Aragón en términos económicos está bastante despejado y es bastante promisorio. El plan del Gobierno de España, financiado con fondos europeos, abunda en esas prioridades, con lo cual nos viene como anillo al dedo.

"Hay un proyecto con Castilla León y Castilla La Mancha para llevar nuevas tecnologías a las residencias»

--¿Cuáles son esos proyectos?

--Hay muchas ideas y proyectos, tanto del Gobierno como de empresas privadas. El plan surtirá mejores efectos cuanto mayor sea la colaboración público-privada. Este plan no es el plan E. Tiene que servir para recomponer los destrozos que la pandemia ha causado en los servicios públicos, modernizarlos y adaptarlos y hacerlos resistentes en las próximas pandemias. Modernizar la sanidad, la educación, y sobre todo, hacer más competitivo el tejido productivo ayudando a digitalizar las empresas. Además del de PSA hay más proyectos encima de la mesa. Liderar la exportación y la producción industrial como estamos haciendo ahora es clave. Tenemos proyectos importantes para logística, para reforzarla con la autovía ferroviaria Zaragoza-Algeciras; el que anunció el presidente Sánchez de que el Canfranc pueda ser una de las primeras infraestructuras ferroviarias movidas con hidrógeno… De electromovilidad, con Mobility City. Las renovables van muy bien; la agroalimentación porque hay que digitalizar desde el sector primario hasta la llegada de los alimentos al mercado; procurar que toda la actividad del porcino no genere problemas medioambientales… Hay un elenco completísimo. Cuando pienso en la pandemia, me abrumo. Pero cuando pienso en la perspectiva económica aragonesa a medio plazo, me lleno de un cierto optimismo porque creo que las cosas a Aragón le pueden ir muy bien.

--¿Cómo van los proyectos que se presentarán a Europa?

--En cierto modo el Gobierno se ha convertido en la ventanilla de esos proyectos. A nosotros nos llega un dinero y gestionamos la política de rehabilitación de viviendas y la mayor parte de los fondos los gestionarán los ministerios con convocatorias a las que podrán ir las administraciones pero, sobre todo, las empresas. Y la función que nos hemos asignado es que además de que cada empresario tutele su proyecto, nosotros tutelemos los aragoneses.

--¿De dónde vienen los proyectos?

--Fundamentalmente de las empresas, de la logística, la economía circular… Y con Cepyme hemos intentado que haya agrupaciones de pymes que por sí solas no podrían ir a este tipo de concursos y que de esta manera puedan acceder. Se trata de que todos los sectores aragoneses que tengan una mínima vocación de modernización e inversión que marca la estrategia, no se queden fuera. Aunque al final, no será el Gobierno de Aragón quien decida, sino los ministerios. Afortunadamente el Aragón verde, social y digital son los tres vectores de las políticas que están priorizando el plan europeo.

«Hemos decidido invertir en bonos porque moviliza más recursos para los sectores afectados por la crisis»

--Parte de estos fondos europeos va para el presupuesto de l 2021. ¿Dará tiempo de ejecutarlo?

--Está resultando más complicado de lo que se preveía. Nadie está dejando de hacer los deberes, pero Europa se ha enfrentado a un desafío colosal con la gestión de estos fondos. Y quieren ser muy rigurosos con los proyectos y su seguimiento. Todo va un poco más despacio de lo que era previsible. Sánchez nos reunió en julio para prácticamente dar el pistoletazo de salida a estos planes, y a estas alturas, no está todo lo definido que querríamos. Pero nadie ha dejado de trabajar y ya tiene que empezar a concretarse todo. Si no, el tiempo se nos echará encima.

--¿Tiene fecha el encuentro entre Sánchez y los empresarios?

--En cuanto pueda él. Debería ser a mitad de enero.

--El cuatripartito lleva año y medio y no hace aguas. ¿Cómo ha sido posible?

--Veo al Gobierno bien, muy tensionados todos los consejeros, muy comprometidos con su tarea. A pesar de las dificultades que se preveían en una mezcla tan heterogénea, lo cierto es que el día a día ha ido resolviendo todas las dudas. No ha habido problemas, excepto los que ya se saben desde el principio. ¿Hay diferencias abismales entre unos y otros programas electorales? No. ¿A qué nos debemos? A Aragón. ¿El Estatuto es una referencia? Sí. ¿El autogobierno es un buen instrumento? También. Pues pongámonos de acuerdo y a gobernar. En este país se pone más énfasis en discutir, que en acordar. Cuando hay voluntad de llegar a acuerdos, las diferencias se aminoran y los pactos llegan con normalidad.

--Dicen que ha anestesiado a la oposición.

--Yo no he anestesiado a nadie. Ciudadanos está intentando hacer lo mismo en todas las comunidades y lo intentó en el Gobierno de España. Está abriendo cauces de entendimiento con el PSOE y con el PP y eso en Aragón ha dado lugar a que apruebe los presupuestos. Pero los apoya porque desarrollan la estrategia y porque están hechos desde la moderación, desde el sentido común.