El presidente aragonés, Javier Lambán, ha reconocido hoy que la decisión de sus homólogos en Andalucía, Susana Díaz, y en Extremadura, Guillermo Fernández Vara, de bonificar de forma importante el impuesto de Sucesiones cuando estaba abierto el debate sobre su armonización le dejó a él en una situación "bastante desairada".

Lambán ha intervenido hoy ante el Comité Regional del PSOE de Aragón en su condición de secretario general de los socialistas en la comunidad, y ha aprovechado para hablar del impuesto de Sucesiones, cuya reforma reclaman los partidos de la derecha y que él ya se ha comprometido a estudiar.

Ha explicado a los delegados que en un momento en el que él mismo estaba dispuesto a afrontar en Aragón la permanencia del impuesto, que considera "el más progresista" de cuantos soportan los ciudadanos porque afecta sobre todo "a los ricos", los presidentes de Andalucía y Extremadura tomaron la decisión de reducirlo.

Y eso a pesar de que las comunidades autónomas socialistas habían pactado "acompasarlo" y aceptar su reducción en el marco de un nuevo modelo de financiación autonómica, ha explicado.

Por tanto, la decisión de sus homólogos, en un momento en el que Lambán ha recordado que se criticaba a la presidenta de Madrid, Cristina Cifuentes, por haber creado un "paraíso fiscal" colegas, dejó al Gobierno de Aragón en una situación de debilidad.

Ha aprovechado para criticar la campaña a favor de la desaparición que están haciendo el PP y el PAR, que lo mantuvieron cuando gobernaban y que quieren llegar a las elecciones de 2019 en "plena polémica" por este impuesto.

Lambán, finalmente, ha considerado que "seguramente no es razonable" que Aragón pague más que el resto de comunidades, aunque el impuesto en sí sea "razonable", y por eso ha recordado que el Gobierno autonómico tiene intención de que se armonice.