El presidente de Aragón, Javier Lambán, ha reivindicado hoy las esencias socialistas para recabar la confianza de la ciudadanía y ganar las elecciones del próximo mes de mayo sin apelar al "miedo", sino a políticas concretas que den confianza en el futuro.

La vigencia de los principios y valores del PSOE es el principal mensaje que Lambán ha querido transmitir en el primer acto de precampaña del partido en Zaragoza ante un auditorio de más de 500 personas, compartido con la candidata a la alcaldía de la capital aragonesa, Pilar Alegría, y con el presidente de la Diputación de Zaragoza, Juan Antonio Sánchez Quero.

Un acto en el que Lambán ha desvelado una reciente reunión con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien ha aceptado su invitación a participar en enero en la presentación de los candidatos y candidatas a las Cortes de Aragón y a las alcaldías de los ayuntamientos.

Candidatos que podrán decir con "orgullo" que esta legislatura se han recuperado los "destrozos" del Gobierno de Luisa Fernanda Rudi en sanidad, educación o servicios sociales, aunque ha admitido que no se han logrado todos los objetivos y se ha comprometido, como candidato a la reelección, con la política local para restituir los derechos de los ayuntamientos para que puedan prestar mejor sus servicios, con medidas contra la despoblación de la mano de la DPZ.

Una institución que recuperó el PSOE, liderada por Sánchez Quero, acabando con cuatro años de "sectarismo" de Luis María Beamonte, a su juicio el presidente "más nefasto" que ha tenido la DPZ y que ha sido premiado como candidato a la presidencia de Aragón por el PP.

El PSOE, ha dicho Lambán, acude a las elecciones de mayo con la satisfacción del "deber cumplido" y el objetivo de recuperar la alcaldía de la capital aragonesa tras un mandato de Zaragoza en Común con Pedro Santisteve a la cabeza que los socialistas apoyaron por responsabilidad, porque solo peor que él, ha aseverado, es el líder del PP en el ayuntamiento, Jorge Azcón.

Y la ciudad se recuperará, ha dicho, gracias a Pilar Alegría, una "socialista de los pies a la cabeza", joven, con experiencia y responsabilidades de Gobierno y en el parlamento.

"Estás destinada a ser la próxima alcaldesa de la ciudad de Zaragoza", ha proclamado Lambán, pero no por el designio del "dedo mágico" del jefe del partido nacional, como Azcón, sino por los militantes en unas primarias "ejemplares".

Para Lambán, ha llegado la hora de "volver a dar la talla" y de que el PSOE se erija en el partido capaz de aglutinar los consensos que con la Constitución sacaron al país del "atolladero", y recuperar el compromiso con España, con las comunidades, que en su opinión intenta demoler la derecha poco a poco, y con la ciudad en la que se vive, que es donde más y mejor se manifiestan las políticas socialistas.

Porque el PSOE no debe acudir a las elecciones solo como garante del "no pasarán", ya que la gente lo que tiene es miedo al futuro y no les van a votar solo apelando al miedo ante la amenaza que representan otras fuerzas políticas, sino ofreciendo seguridad y garantías de futuro, es decir, confianza en la sociedad.

Una confianza de la ciudadanía que Alegría se ha propuesto recuperar para liderar el Ayuntamiento de Zaragoza tras una legislatura, a su juicio, "fallida" de ZEC, con el compromiso de buscar consensos con los ciudadanos y de recuperar para la ciudad el espacio público, que ha que "denigrado" y los servicios sociales.

Dando, ha remarcado Alegría, el espacio que se merece a los barrios, especialmente los rurales, e impulsado todas las sinergias para generar empleo, un pacto con universidad, emprendedores y creativos y una movilidad sostenible.

"No me faltan ganas, ilusión y convencimiento", ha asegurado, pero ganar, ha advertido a sus compañeros, depende de la capacidad de salir unidos con el convencimiento de que es posible mejorar la ciudad y la Comunidad "alejados de soflamas".

Una unidad a la que también ha apelado Sánchez Quero, quien ha insistido en la necesidad de un PSOE "fuerte, cohesionado" para ganar las elecciones "como muro de contención" de la extrema derecha y el independentismo catalán.