El presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, ha considerado hoy que en momentos como el actual, con una preocupante sequía y con proyectos agroalimentarios fundamentales en cartera, la comunidad no se puede permitir "el lujo" de renunciar a almacenar agua y, por tanto, de no ejecutar las obras de regulación previstas.

Lambán ha visitado hoy las obras del embalse de Yesa, que van "bien" y cumpliendo "todos los parámetros de seguridad", incluso en exceso por parte de los responsables de la obra, ha asegurado a los medios de comunicación en el transcurso de su visita.

El presidente ha querido dejar claro que "frente a lo que algunos piensan", las regulaciones de los ríos y los pantanos no empeoran los efectos de los ríos, sino que hay "pocas actuaciones y pocas inversiones" que sean más tendentes a contrarrestar estos efectos que las obras para almacenar agua.

La obra del recrecimiento de Yesa, ha agregado, "lejos de ser la imposición de una parte de la sociedad contra la otra", es el resultado de un "proceso de diálogo y acuerdo".

Ha recordado que el recrecimiento se planteó en el Pacto del Agua rubricado en 1992 con una capacidad de 1.500 hectómetros cúbicos, pero que después, en 2005, producto de un acuerdo en el que "se vio involucrada toda la sociedad", se rebajó la capacidad a 1.000 hectómetros para evitar la inundación del núcleo de Sigüés.

"Es una obra que no se puede considerar una imposición", ha dicho en referencia a los sectores de la población que rechazan este recrecimiento.

Y, además, es "fundamental" y "decisiva" para el futuro de Aragón, en tanto en cuanto abastecerá para su consumo de boca a más de 800.000 personas cuando esté en pleno funcionamiento, facilitará el suministro de buena parte de las industrias que puedan ubicarse en la comunidad en el futuro, como Bonàrea en Épila (Zaragoza) y servirá para el desarrollo de la agricultura en los regadíos de Bardenas.

Estos regadíos en Aragón y en Navarra, ha insistido Lambán, serán imposibles sin Yesa, porque se han de nutrir de la regulación del río Aragón.

Por otro, se ha referido al "problema" originado por las decisiones judiciales en torno a la regulación del río Gállego, concretamente al embalse de Biscarrués, que Lambán quiere solucionar por la vía del diálogo.

En julio de este año la Audiencia Nacional anuló el proyecto de construcción de Biscarrués al entender que la obra afectaría "significativamente la ecología del río" y no cuenta con los estudios medioambientales y de interés público pertinentes.

Para el presidente, se trata de una obra "fundamental" para los regadíos de Monegros, y por eso, a instancias del Grupo del PSOE en las Cortes de Aragón, la presidenta del Parlamento, Violeta Barba, ya ha pedido a la ministra de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, la convocatoria de la comisión de seguimiento del Pacto del Agua, que debe de ser "el primer paso para conocer los problemas que existen con esa regulación concreta".

En Aragón se espera ya a que la ministra conteste a este requerimiento, en tanto en cuanto la comisión de seguimiento deben de convocarla conjuntamente el ministerio y la cámara legislativa aragonesa.

Lambán asegura que da "por buena" la voluntad de la ministra respecto a la gestión hidráulica y espera, por eso, que la convocatoria de la reunión se produzca pronto.

Y, finalmente, ha mostrado su "profunda preocupación" por la situación de sequía, que obliga a los poderes públicos a "reacciones" para planificar situaciones futuras muy difíciles.