El presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, fue tajante ayer al ser preguntado por el anuncio del líder del PSOE de que tiene intención de mantener una ronda de contactos con todos los presidentes autonómicos: «Si Pedro Sánchez me dice ven, lo dejo todo». Así de escueto se mostró Lambán, al ser preguntado en la Conferencia Europea de Innovación y Agua de Zaragoza ante la posibilidad de que Sánchez, quien el miércoles aceptó por tercera vez acudir a una sesión de investidura sin tener de antemano los apoyos garantizados, abra una ronda de contactos con «todos» los presidentes autonómicos, incluido el catalán, Quim Torra.

Aunque en principio esta llamada aún no se ha producido, Sánchez anunció que el lunes que viene ya tendrá reuniones con el líder del PP, Pablo Casado, y con la portavoz parlamentaria de Cs, Inés Arrimadas, y que hará una ronda de contactos con «todos los presidentes autonómicos», además de hablar con el presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias, Abel Caballero, alcalde socialista de Vigo, como representante de los entes municipales.

Lambán, sin fecha fijada para su encuentro, rehuyó cualquier posibilidad de comentario sobre estas conversaciones con Torra o con ERC, después de sus repetidas valoraciones de los nacionalistas como socio «indeseable» para la gobernabilidad de España, en pleno proceso negociador. Incluso cuando comentó la sentencia de los bienes de las parroquias oscenses, indicando que solo iba a hablar de ese tema, citó a la «lección de sensatez» que el «viejo reino» de Aragón había dado al «viejo condado» catalán.

Y tampoco se privó de calificar de «locura» la idea de que el gasto sanitario de la comunidad vecina se disparase por atender pacientes de otros territorios. Haya recibido alguna indicación o no, el presidente Lambán se moderó ayer y prefirió responder escuetamente a la pregunta sobre su cita con Pedro Sánchez, en la que tendrá oportunidad de exponerle sus preferencias