Las últimas cifras sobre siniestralidad laboral reflejan que en Aragón se registró el año pasado un aumento del 1,6% en el número accidentes, respecto al 2017. Soledad de la Puente, directora general de Trabajo de la DGA, analiza las causas de este repunte.

-Las últimas estadísticas muestran un panorama negativo.

-La evolución de la siniestralidad es ascendente en los últimos años y se ve muy claro en los accidentes mortales. Pero este primer trimestre del año se ha registrado una disminución, si bien la tendencia es que, con la salida de la crisis y al incrementarse la actividad empresarial, también han subido los siniestros. Últimamente, nuestro índice de incidencia era superior en siniestralidad que en número de afiliaciones. Afortunadamente, en este primer trimestre del 2019 hemos tenido un mayor volumen de afiliación que de accidentes y los mortales han disminuido. Llevamos cinco, frente a los ocho del primer trimestre del 2018.

-¿Cómo son las cifras de Aragón en el conjunto de España?

-Estamos ubicados en el tercer lugar en el listado de comunidades con menos accidentes, solo por detrás de Madrid y Valencia. Está bien, pero tenemos que mejorar. Sobre todo pasar de dos cifras a una en accidentes.

-Debe de haber siempre un factor importante de azar.

-Siempre hay algo que escapa al control, pero no se puede hablar de azar. Alguno puede ser resultado de una desafortunada concatenación de circunstancias, pero otros se deben a una falta de medidas de seguridad.

-¿Y a quién suele ser achacable esa falta de seguridad? ¿Al propio trabajador? ¿A la empresa?

-Si están vinculados a equipos de trabajo, fundamentalmente hay una falta de medidas de prevención de la empresa. En otras ocasiones, puede que el trabajador disponga de equipos de protección individual y no los use debidamente. Pero la falta de medidas de prevención no debe ser achacable nunca al trabajador. Hay una salvedad en los accidentes de tráfico, donde puede ocurrir que haya un descontrol del vehículo directamente del conductor, que influyan circunstancias viarias y meteorológicas. Y en los accidentes in itínere, el vehículo suele ser del trabajador y el mantenimiento recae sobre él. En los accidentes en misión, donde el vehículo es de la empresa, el vehículo opera como un equipo de trabajo y por lo tanto el mantenimiento es responsabilidad de la empresa.

-¿Qué políticas se llevan a cabo para reducir la siniestralidad?

-Tenemos una batería de campañas. Este departamento actúa en este ámbito a través del Instituto Aragonés de Salud y Seguridad Laboral (ISSLA) y con la Inspección de Trabajo, si bien su cometido es más de carácter sancionador. El ISSLA interviene de forma preventiva realmente. Es fundamental que trabajemos con empresas con alta tasa de siniestralidad. Este año como novedad hemos incorporado a las administraciones públicas, sobre todo de carácter local, los ayuntamientos, y también va a entrar alguna de las diputaciones provinciales. Y ello porque están arrojando un nivel de siniestralidad muy elevado y tenemos que trabajar preventivamente con ellas.

-La construcción siempre ha sido un sector problemático.

-El sector de la construcción sigue siendo prioritario para nosotros, porque en el momento en que se levanta esta actividad, también se incrementa la siniestralidad, además con la desventaja de que la gravedad es superior a la de otros sectores.

-¿Y qué pasa con la agricultura?

-La agricultura es también una fuente de accidentes, aunque en muchas ocasiones parece que se relaciona más con el trabajador autónomo que con el que es por cuenta ajena. Pero desde el real decreto de 28/2018 en las estadísticas de siniestralidad se va a incluir a los trabajadores autónomos, a todos, porque todos pasan a tener la obligación de cotizar por accidentes y enfermedades laborales desde el 1 de enero de este año. Además se cambia el sistema de control de los accidentes. Antes solo se podían introducir los que se producían dentro de las 24 horas posteriores al suceso causante, pero a partir de ahora será a un año vista.

-Suben los siniestros de tractor.

-Se han incrementado en parte porque el parque móvil es en muchos casos superior a los 20 años y porque hay muchos agricultores jubilados y personas que tienen otra actividad principal. Por eso se va a lanzar una campaña para prevenir el vuelco de los tractores, que es la principal causa de accidentes y mortalidad.

-¿Se profundiza en la causa de los accidentes?

-Se investigan por los técnicos del ISSLA y por la Inspección. Intentamos cubrir el 100% de los accidentes que se producen, pero lo hacemos en los mortales, los muy graves y los graves, y en los leves vinculados a equipos de trabajo. Pero hay otro tipo de accidentes leves, de tráfico, tropezones, in itínere, esguinces, en los que no llegamos al cien por cien . También se cubren muy bien los que se deben a sobreesfuerzos, como las camareras de piso en los hoteles.

-¿Cómo están las cifras en automoción?

-El sector de la automoción lo vigilamos preventivamente de forma muy intensa, pero la siniestralidad no es excesivamente elevada debido a la robotización del sistema de producción.