El obispo de la diócesis de Barbastro-Monzón, monseñor Juan José Omella, considera que el periodo electoral que ahora se abre "puede paralizar" el proceso de devolución de los bienes eclesiásticos de la Franja, después de que la Santa Sede dictaminara a mediados de febrero que el arte sacro procedente de la provincia de Huesca y custodiado en el Museo Diocesano de Lérida debe volver a Aragón.

La comisión paritaria encargada de determinar la procedencia de un centenar de objetos de culto, algunos de ellos de gran valor, se reunirá "en cuanto lo ordene el Nuncio de la Santa Sede en España".

Sin embargo, según Omella, "es posible que la comisión de expertos no vuelva a mantener una sesión de trabajo hasta pasadas las elecciones generales".

En el mismo sentido se expresó la consejera de Cultura de la Generalitat, Caterina Miera, quien ayer se mostró partidaria de "esperar a que pase el periodo electoral". "Una vez celebrados los comicios --precisó un miembro de su gabinete--, podría haber contactos entre las autoridades civiles de Cataluña y Aragón para resolver el conflicto".

No obstante, días atrás la Diputación General de Aragón mostró su total oposición a negociar con la Generalitat por considerar que el pleito ya está resuelto y por "no ser necesarias nuevas gestiones que demoren la entrega de los bienes de la Franja".

Omella, por su parte, se mostró ayer satisfecho de la resolución adoptada por el Vaticano, "pues al rechazar el último recurso de la diócesis de Lérida se agota la vía judicial eclesiástica y queda claro que la razón está de nuestra parte".

TITULARIDAD "Y no pienso --añadió-- que ahora Cataluña recurra a la vía civil, pues el litigio es exclusivamente en el ámbito eclesiástico".

En su opinión, "lo único que resta por hacer es que la comisión retome sus trabajos donde los dejó y determine cuál de las dos diócesis, Lérida o Barbastro-Monzón, debe hacerse cargo de las piezas de las que no se sabe a ciencia cierta a quién corresponde la titularidad".

El obispo altoaragonés reconoció que la diócesis de Lérida ha conservado en buen estado las piezas en litigio, tal y como mantiene el obispado de la ciudad catalana, pero se apresuró a subrayar que "ésa es una obligación de todos los obispos".