La secretaria de Estado de Comercio y presidenta del Instituto Español de Comercio Exterior (ICEX), Xiana Méndez, visitó la pasada semana Zaragoza, donde participó en un encuentro con la Cámara de Comercio y realizó varias visitas institucionales. Méndez, nacida en Pontevedra en 1977 y licenciada en Derecho y Administración y Dirección de Empresas, ingresó en el 2004 en el Cuerpo Superior de Economistas del Estado. Este diario charló con ella sobre la evolución de las exportaciones, la desaceleración de las grandes economías europeas y el impacto del brexit en las empresas españolas.

-España siguió incrementando sus exportaciones en el 2018, pero su crecimiento ha perdido fuerza. ¿Cómo afectará esto a la economía nacional?

-Es evidente que el brexit está generando incertidumbre, sobre todo porque debemos manejar cualquier escenario; desde el mejor hasta el peor. Además, las tensiones comerciales entre EEUU y China son una amenaza importante, igual que la desaceleración de los países emergentes porque somos una economía muy abierta. Todo eso nos tiene que impactar, pero estamos mucho mejor preparados que antes. Nuestra base exportadora está mejor preparada y es más competitiva. Por ejemplo, las oscilaciones en el tipo de cambio euro-dólar apenas afectan a nuestras ventas en el exterior, ya que hemos diversificado mercados y el valor añadido de las exportaciones es mayor. Por todo ello, la aportación del sector exterior a la economía seguirá siendo muy importante.

-La eurozona se ha desacelerado más de lo previsto. ¿Los ‘vientos de cola’ han llegado a su fin?

-Está claro que la desaceleración de Alemania e Italia nos tiene que impactar de alguna manera, pero el peso de Europa en nuestras exportaciones sigue bajando. Desde la secretaría seguimos trabajando para minimizar el peso comunitario. Ahora acabamos de aprobar un plan en el que se va a incidir en los doce mercados exteriores con mayor margen de mejora, como pueden ser Japón, Corea del Sur, India, Sudáfrica, Marruecos, Turquía, Rusia, Canadá o Brasil.

-A pesar de la desaceleración, España batió en el 2018 un nuevo récord de exportaciones. ¿Qué previsiones tienen para el 2019? ¿Se volverá a superar?

-Creemos que la aportación del mercado exterior al crecimiento será mejor este año. Así lo indican las previsiones del Banco de España. Por eso confiamos en que se volverá a batir un nuevo récord; no solo de volumen de exportaciones sino también de número de empresas exportadoras regulares.

-La importancia del mercado exterior quedó de manifiesto el pasado septiembre, cuando el Gobierno accedió a entregar un contrato de venta de explosivos a Arabia Saudí. ¿Siempre hay prioridades?

-Por lo que sé era un contrato firmado por el Gobierno anterior y los compromisos hay que cumplirlos. Pero no fue un compromiso adquirido por este Ejecutivo, y mucho menos por la Secretaría de Estado de Comercio.

-Uno de los grandes problemas en materia de exportaciones es que pocas empresas concentran gran parte de las operaciones. En Aragón, por ejemplo, las diez primeras compañías exportadoras aglutinan la mitad de las ventas al exterior de la comunidad.

-Esa línea de acción de favorecer la internacionalización de las pymes es probablemente la mayor preocupación que tenemos en la Secretaría de Estado. Por eso las pymes son un eje muy importante porque tienen más dificultad de conocimiento de los mercados, de los formularios y trabas burocráticas. Además tienen más problema para acceder a la financiación y a la contratación pública. Normalmente todos los instrumentos que tenemos tienen algún tipo de apartado especial para las pymes. Hace diez días, por ejemplo, aprobamos una línea que pretende agilizar los trámites administrativos en cualquier país del mundo. Y ya está a disposición de las pymes.

-¿Cómo cree que acabará el culebrón del ‘brexit’?

-Yo quiero pensar que el Reino Unido no se irá sin un acuerdo de retirada. Pero claro, es el Gobierno británico el que tiene que conseguir el consenso de su Parlamento para poder ratificarlo. Ahora cualquier escenario es posible y las empresas deben prepararse para el peor. Por eso hemos realizado casi 60 jornadas informativas por toda España para advertir de que deben mitigar esa exposición al riesgo preparándose mejor. Además, el brexit es una amenaza pero también una oportunidad para las que lleguen mejor preparadas. Desearíamos un brexit con acuerdo pero hay que prepararse para lo peor.

-¿Qué supondría un ‘brexit’ sin acuerdo para las empresas españolas?

-Es imposible pensar que no vaya a haber un impacto notable si no hay acuerdo. Reino Unido es el tercer mercado de destino más importante para nuestras exportaciones y el principal emisor de turistas con más de 18 millones de visitantes británicos al año. Además, un brexit sin acuerdo generaría mucha incertidumbre y afectaría a la inversión. No hay que olvidar que Reino Unido es el primer o segundo inversor directo en España. No obstante, hay cuestiones para las que nos podemos preparar.

-Las empresas de la gran distribución siguen presionando para que haya una mayor libertad de horarios comerciales.

-Tenemos un modelo de horarios y rebajas que ha procurado un buen equilibrio. De todos modos, el debate ahora deber ir mucho más allá. La digitalización es el principal reto del sector y la competencia debe ser leal entre el comercio electrónico y el de proximidad. Eso tiene mucho más que ver con cuestiones como la fiscalidad, la protección al consumidor o los derechos de los repartidores del comercio on line. La principal preocupación ya no debe ser la gran superficie contra el pequeño comercio. Un comercio de proximidad que es el que lo tiene más complicado para subirse al tren de la digitalización.

-En Aragón las grandes superficies pueden abrir diez festivos al año.

-Hay muchas comunidades con esa cifra. Las regiones tienen la libertad de establecer ese mínimo o ir más allá. Es una decisión autonómica. Mientras sea conforme y compatible con la regulación nacional no vamos a entrar.

-En Zaragoza hay algunos centros comerciales con unas cifras de ocupación muy bajas. ¿El sector perdió el norte en los años anteriores a la crisis?

-No sé si hubo una burbuja en Aragón, pero lo que es muy importante para evitar eventuales problemas es una buena planificación de las zonas comerciales.

-Algunos vecinos y pequeños comerciantes tienen la sensación de que en ocasiones se realizan planes de ordenación urbana a la carta. En los últimos meses se ha hablado mucho sobre esto por el proyecto de Torre Village.

-Es posible que alguna vez haya ocurrido esto en España. En todo caso, respecto al proyecto de Torre Village, es una cuestión de política municipal y autonómica en la que no podemos entrar. Eso sí, lo deseable sería que hubiera un consenso entre los grupos políticos. Los grandes proyectos solo funcionan y salen bien cuando hay un consenso suficiente.