--¿Era un ser especial, Sam?

--No era común entre los chicos. De Estados Unidos vinieron 2.800 voluntarios, y entre ellos varios jóvenes. Sam era un chico de Ohio alegre, bromista, con novia, pero también comprometido y progresista, de padres judíos pacifistas.

--¿Cómo descubrió las cartas de Sam?

--Las descubrió mi padre, Joseph. En una mudanza me entregó una caja y me dijo que eran las cartas de su sobrino. Lo curioso es que él no las había leído, no había querido leerlas.

--¿Cómo recibieron sus padres su fallecimiento? Sam les envió una carta muy emotiva que solo la podían leer si se sabía que había muerto...

--Eso es; en su casa nunca aceptaron que un chico de su temperamento y de su edad, pudiera haber muerto. No se hizo ostentación de luto porque fue algo muy dramático. Mi padre tenía 15 años cuando su hermano murió y también lo vivió con mucho dolor toda su vida.

--Las cartas son extraordinarias, documentos literarios de gran altura.

--Me alegra de que lo diga; mucha gente en Estados Unidos las ha leído y piensan como usted. Leyéndolas siento que se puede captar mejor la personalidad de mi tío.

--¿Se conoce el libro en Estados Unidos?

--Ha tenido muy poca difusión. Ahora la empresa editorial no produce este tipo de libros, no son comerciales. Es una lástima porque en los colegios no se sabe qué fue la guerra Civil española, y libros como éste servirían para enseñarla.

--Bueno, es una obra donde está presente el romanticismo, algo que puede interesar a los jóvenes.

--Es cierto; la última causa romántica que interesó a los jóvenes americanos fue en los años 60, con las protestas por la Guerra de Vietnam. Desde entonces, la sociedad está mucho más parada.

--¿Cree que Sam hubiera estado hoy en este acto en Zaragoza?

--Hubiera venido, sin duda. Pese a que escribió que él no era ningún héroe, solo cumplía con su deber al venir a España.

--¿Alguna vez imagina a Sam con la edad que tendría ahora?

--Es una pregunta curiosa; mi padre tiene 92 años y Sam tendría 97, pero nunca lo imagino con esa edad. Lo sigo viendo como el joven de 19 años.

--Creo que va a pasar unos días en Aragón.

--Sí, voy a estar el 25 de enero en Belchite, donde daré una charla. Luego quiero visitar Teruel, Valencia, Gandesa, y el cementerio de La Puebla de Híjar, donde está enterrado.