El proyecto del Ayuntamiento de Zaragoza para la venta de energía utilizando las instalaciones de renovables situadas en edificios e instalaciones municipales ha quedado reducido a la mínima expresión por las trabas que impone de la legislación nacional. La sociedad pública Zaragoza Vivienda creó una división específica con el objetivo de dar forma a una empresa municipal de la energía que permitiese la explotación económica de las placas solares y de otras instalaciones, como las del edificio Emisiones Cero. Finalmente, solo en este último caso se podrá seguir adelante y el futuro del resto de las instalaciones quedará al albur de futuros estudios.

Lo que sí es seguro es que de momento la sociedad pública ha descartado ya la venta de energía, en términos generales, pero este área seguirá gestionando los proyectos europeos que se basan en el ahorro energético y en la vivienda social, además del fomento de la rehabilitación urbana. Fue el Real Decreto-ley 1/2012 --por el que se suspenden los procedimientos de reasignación de retribución y se suprimen los incentivos económicos para nuevas instalaciones en régimen especial-- el que reventó las aspiraciones de una posible empresa pública de la energía, un proyecto que exigió IU como contraprestación a la aprobación de los presupuestos de hace dos años.

MÚLTIPLES TRABAS ¿Por qué? En términos generales, esta legislación pone trabas a la utilización de placas para el autoconsumo, pero aún más para las instalaciones que quieren verter energía a la red eléctrica y cobrar por ella. Los impedimentos y el precio --menor del previsto inicialmente-- hacen que económicamente no sea rentable la puesta en marcha de estas instalaciones. De momento, solo se ha avalado la viabilidad de los sistemas, ya instalados, del edificio Emisiones Cero, que sí podrá verter luz a la red general tras el autoconsumo de la energía que pueda generarse en sus placas y en los molinos.

Para ello se han tenido que hacer obras de adaptación que dejasen la instalación conforme a la legalidad y cuyo coste ha ascendido a 18.000 euros. Un informe avaló que estas se amortizarían en un plazo de dos años y, en consecuencia, se dio luz verde para su realización. De hecho, Zaragoza Vivienda recibirá las obras el próximo jueves y ya solo quedará pendiente la autorización de Endesa para verter a la red general la luz que sobre después de que sea usada por el propio inmueble.

Como requisito previo de la eléctrica, Zaragoza Vivienda ya cambió sus estatutos en el Boletín Oficial del Registro Mercantil para incluir un artículo en el que se detalla que uno de sus objetivos será el "fomento de la rehabilitación energética y producción, gestión y venta de energías renovables tanto en edificios propios y de titularidad municipal o de otras Administraciones".

AHORRO Con el edificio Emisiones Cero se prevé conseguir 81,5 megavatios por hora gracias a la energía fotovoltaica y 13,68 con la eólica. Es decir, el Ayuntamiento de Zaragoza se ahorrará previsiblemente un total de 13.300 euros porque la mayoría de esa energía generada se usará para el autoconsumo del inmueble, de grandes dimensiones y que funciona doce horas diarias. El sobrante, si lo hay, se verterá a la red y el consistorio cobrará el precio que en ese momento este estipulado. Será poco, según las previsiones iniciales, aunque en este caso sí se ha decidido seguir adelante y aprovechar las instalaciones existentes.

Está por ver lo que sucederá con las placas instaladas en los edificios de Antonio Leyva 92, en el barrio Oliver, Pedro Saputo 9-17 y Alejandro Casona 29-37. En estos inmuebles las instalaciones no están conectadas porque un estudio tiene que determinar su viabilidad.

En principio se ha descartado ya realizar las obras precisas para adaptarse a la normativa y verter a la red pero la energía sí podría utilizarse para el autoconsumo de las zonas comunes --patios y ascensor-- reduciendo así el alquiler que pagan los vecinos.