El Museo de Lérida llenará el vacío dejado por los 111 bienes devueltos a Aragón tras 25 años de litigio con otras obras también de origen altoaragonés y que se encuentran en el Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC), con sede en Barcelona.

Así lo anunció la consejera de Cultura en funciones de Cultura, Àngels Ponsa, en el marco de un plan de impulso del centro de arte ilerdense que, tal y como reconocen, «el discurso de la parte románica, gótica y barroca que se exponía en la sala permanente se ha visto gravemente afectada», con el cumplimiento de la sentencia judicial que obligaba a devolver las obras que tenían depositadas a su verdadero dueño: el obispado de Barbastro-Monzón.

Está previsto que de la Ciudad Condal se trasladen a Lérida siete piezas, seis de ellas originarias de los municipios aragoneses de Montanuy, Arens, Peralta de la Sal, y Villanueva de Sijena. Una de ellas, el frontal del altar de Rigatell (Huesca) de la segunda mitad del siglo XIII ya está en el museo ilerdense. El resto llegará a mediados del mes de abril con la remodelación del espacio gótico del museo, tal y como señaló el director de este espacio museístico, Josep Giralt.

Carácter nacional

Durante la presentación de este plan especial, la consejera en funciones anunció también que el Museo de Lérida se va a declarar «Museo de Interés Nacional por la significación especial que tiene para el patrimonio cultural de Ponent y Cataluña, y la importancia y valor de sus colecciones e interés del proyecto museístico».

Una categoría similar al que tiene el MNAC, centro origen de los seis bienes altoaragoneses que serán trasladados a la capital del Segre. Curiosamente, el consorcio está constituido por la Generalitat de Catalunya, el Ayuntamiento de Barcelona y, desde el año 2005, por el Gobierno de España.

Obras aragonesas que van a exponerse en Lérida.