Alcaldes de la Comunidad Valenciana, de Murcia y de Almería y presidentes de las diputaciones provinciales de esas zonas le han pedido a la Comisión Europea que cofinancie el macrotrasvase del Ebro con el argumento, entre otros, de que la escasez de agua genera graves problemas de salud. Incluso han transmitido a la UE que el brote de legionela "más importante del mundo" se produjo en Murcia. Además, aseguran que el arco mediterráneo sufre los efectos del cambio climático, pero olvidan que el Delta del Ebro forma parte de dicho arco y es uno de los espacios más amenazados por ese fenómeno.

Los políticos de Levante y del Sur firmaron el lunes en Almería el Manifiesto por el agua , que insta a Bruselas a "acelerar al máximo" las decisiones sobre la cofinanciación de proyectos, "en especial, las referentes al trasvase Ebro-Segura".

El manifiesto pretende alarmar a Bruselas, puesto que afirma que la explotación "de los escasísimos recursos hídricos" existentes en esas zonas suponen "un incremento del riesgo sanitario y un deterioro de la calidad del agua". Destaca "la aparición de brotes epidémicos de legionella". Y va más allá al culpar a los "circuitos cerrados" de refrigeración usados "para el ahorro de agua" del brote "más importante del mundo", que se registró en Murcia en el 2001.

Pero es que, además, el resto de justificaciones del manifiesto parece dar la razón a los detractores del trasvase. Porque se reconoce que la cuenca mediterránea española sufre, "intensa y perceptiblemente, los efectos del cambio climático" y el "avance del desierto". Olvida, eso sí, que el Ebro y su Delta están seriamente afectados por ese fenómeno y difícilmente podrían soportar un trasvase, según múltiples científicos. Igualmente, habla de la desaparición de humedales y la salinización en Levante, riesgos que también corre el Delta.

POBLACION Y DESPOBLACION El manifiesto también intenta convencer a la UE de que el arco mediterráneo necesita agua porque su población no cesa de crecer. Y lo hace por el aumento "de flujos migratorios de la España interior, del resto de países europeos y del resto del mundo". Precisamente, una de las demandas de quienes rechazan el trasvase es un desarrollo más equilibrado del país que evite que el interior se despueble y la costa crezca de manera insostenible.

Este documento, que da continuidad a otras acciones protrasvase, avisa a Bruselas de que la lentitud en la toma de decisiones tendría "efectos sociales", como "el aumento del desempleo y de la inseguridad ciudadana", y "económicos", como "la disminución de la renta per cápita y del PIB en regiones muy por debajo de la media europea".

Por último, el texto urge a la Comisión Europea: "Esperamos una contestación rápida a nuestras peticiones, para que así podamos trasladarla a nuestros angustiados ciudadanos".