Reconocer a la familia como unidad esencial de la sociedad y como instrumento de vertebración y cohesión social así como asegurar la protección social, económica y jurídica de las familias aragonesas mediante una norma de rango superior. Estos son los objetivos que indicó ayer el consejero de Sanidad y Bienestar Social, Ricardo Oliván, para defender la recién tramitada Ley de Apoyo a las Familias de Aragón.

Este indicó que los motivos de su elaboración radican en que "hay una realidad que es necesario reflejar en una normativa como es la importancia de la familia como sistema protección y ayuda sus miembros. Además se consolida como la institución social mejor valorada y en permanente evolución sujeta a los cambios sociales. A ello se une que hay que reflejar los múltiples modelos de familias que existen".

Los objetivos específicos de esta normativa se centran en reconocer a la familia como unidad social básica y como instrumento de cohesión social, favorecer el desarrollo familiar, garantizar una política coordinada e integrada de apoyo a la familia en el Gobierno de Aragón, promover la conciliación de la vida personal, familiar y laboral, potenciar la igualdad de participación y oportunidades a las familias de especial consideración.

Asimismo, también pretende promover la solidaridad intergeneracional e intrageneracional y fomentar el ejercicio positivo de la parentalidad positiva. Una de las principales características de esta ley es que ha contado con mucha participación ciudadana. El proceso general se estructuró en dos fases: una fase de carácter interno y otra fase de carácter externo. Hubo una veintena de talleres de trabajo y más de 400 participantes (se adjunta pdf con los cuadros de participación). En definitiva, un proceso importante para elaborar una ley que proteja, reconozca y apoye a las familias.