La adaptación del Ayuntamiento de Zaragoza a la ley de Grandes Ciudades, que ya se ha iniciado, trae consigo importantes gastos y supondrá el nombramiento de al menos una docena de altos cargos en el organigrama técnico municipal. Los servicios de intervención, asesoría jurídica, economía y secretaría comenzaron ayer a revisar el borrador del nuevo reglamento, con la directriz de abaratar al máximo los cambios de estructura que se avecinan. La semana próxima se entregará a los grupos.

La ley crea un Gobierno municipal con amplias responsabilidades ejecutivas e independiente del pleno, órgano que queda ceñido al debate; con esta situación, numerosos servicios técnicos deberán duplicarse y, según las primeras estimaciones del equipo de Gobierno, hará falta nombrar al menos a una docena de nuevos altos funcionarios, más una cantidad sin determinar de personal de distintos niveles.

El alcalde y su Junta de Gobierno, por ejemplo, tendrán su propia Asesoría Jurídica, similar a la Abogacía del Estado que trabaja para el Gobierno central. De hecho, la Secretaría General del ayuntamiento lo será sólo del pleno; para la jefatura de esta nueva asesoría del Ejecutivo se ha nombrado provisionalmente a José Antonio Membiela, que reparte estas funciones con las de jefe de gabinete de Alcaldía. El relleno del servicio está por decidir.

La Junta de Gobierno tiene un concejal secretario --el primer teniente de alcalde, Carlos Pérez Anadón--, que debe controlar toda la documentación manejada por la Junta y preparar los órdenes del día. Está previsto crear un órgano de apoyo que contará con un funcionario del cuerpo nacional de secretarios, además de otro personal.

Como gran ciudad adscrita a la nueva ley, Zaragoza y su consistorio dispondrán de una especie de Tribunal Económico Administrativo que agilizará las reclamaciones de carácter fiscal de ciudadanos y empresas, y a la que habrá que dotar de tres funcionarios "de reconocida competencia técnica en materia fiscal", según dice la ley. La contabilidad, tesorería y recaudación, que ahora se llevan desde Intervención, tendrán un órgano propio, y se establecerá también algo similar a una agencia tributaria de carácter local. En este caso, habrá que contar con un responsable técnico con rango de director de área.

En el capítulo de nuevos cargos, cada área municipal debería contar con un coordinador, y se establece también la figura del director general --uno o varios por área--. La intención es asimilar los actuales directores de área a las direcciones generales, pero puede haber más nombramientos. Para evitar que se dispare el gasto, los responsables municipales se plantean que algunos ascensos formales carezcan de incremento económico.