La nueva Ley de Tráfico entra en vigor y muchas de las novedades que incluye no son tan conocidas por los usuarios como a la Dirección General de Tráfico (DGT) le gustaría. Porque son decenas de infracciones que desde hoy pasarán a sancionarse hasta por diez veces más que ahora y porque hay otras que no aparecían explicitadas en la anterior normativa que podrían pasar inadvertidas por los usuarios. Lo cierto es que el nuevo texto que regirá la circulación en vías urbanas e interurbanas no se limita solo al aumento de la velocidad máxima permitida en autovías y autopistas, de 120 a 130 kilómetros por hora, que ha sido lo más publicitado por el Gobierno central. Una variación que, por otra parte, está en el listado de las que no estarán vigentes hasta que no vea la luz el nuevo Reglamento de Circulación, que sigue sin fecha.

Mientras, hoy, otros muchos hábitos que pueden ser comunes se incluyen como acción punible por los agentes de la Policía y la Guardia Civil, que afrontarán en los próximos días las situaciones que se deriven de este desconocimiento. Por ejemplo, los que afectan a los dispositivos que detectan la presencia de radares. Hasta ahora solo estaba prohibido tener inhibidores que interferían en el buen funcionamiento de estos, pero llevar un detector a bordo hoy expone al conductor a una multa de 200 euros y a perder tres puntos del carnet. Y eso que algunos vehículos lo incluían de serie o como una de las prestaciones adicionales al salir del concesionario.

También hay cambios en las alcoholemias. No solo se eleva de 650 a 1.000 euros la sanción máxima (y de 4 a 6 puntos), por superar el doble de la tasa máxima permitida, sino que también se castigará con esa misma cuantía a quien, pasando o no de esta tasa, hubiera sido multado por la misma circunstancia durante el año anterior a esta.

Pero hay más infracciones nuevas que evidencian lo desfasado que estaba el anterior texto. Por ejemplo la que afecta a circular usando dispositivos visuales incompatibles con la atención permanente a la conducción. Manipular un iPad o el GPS con el coche en marcha supondrá una multa de 200 euros y la pérdida de tres puntos del carnet. O no detenerse en un semáforo en ámbar si el agente que vigila el tráfico considera que podría hacerlo perfectamente aparece específicamente en la ley con una sanción de otros 200 euros.

MALOS HÁBITOS Pero también es llamativo como se encarecen las sanciones asociadas a una infracción que causa daños medioambientales (por humos, ruidos...), por arrojar objetos a la vía, por exceder la altura, anchura o longitud autorizadas para el vehículo, por colocar láminas o lunas tintadas no homologadas o permitidas, por incorporarse a la vía sin señalizarlo debidamente, o circular lo más cerca posible del borde derecho de la calzada, parar en un paso de peatones, ir por el carril bus o usar el alumbrado de largo alcance estando parado o los antiniebla fuera de los casos autorizados. Son malos hábitos todos ellos que se dan con frecuencia en cualquier calle todos los días y cuya multa pasa de 24, 36 o 90 euros de antes a 200 a partir de hoy. Y se pagarán más caro.