Los 478 kilómetros que separan las ciudades de Teruel y Bilbao no fueron impedimento para que el Cuerpo Nacional de Policía pudiera liberar a una mujer de una red de explotación sexual. La víctima se encontraba en la ciudad vizcaína y decidió pedir ayuda llamando al centro de acogida turolense en el que había estado tiempo antes. En tres horas se produjo este desenlace feliz en el que también fueron detenidos sus raptores.

La investigación comenzó cuando agentes de la Policía Nacional de Teruel tuvieron conocimiento de que un grupo de mujeres subsaharianas habían abandonado un centro asistencial en esa localidad para dirigirse a Bilbao. Los policías sospechaban que la joven liberada había decidido marcharse por el dominio que otras mujeres ejercían sobre ella.

Posteriormente, la mujer realizó una llamada telefónica al centro asistencial donde comunicaba que se encontraba retenida y encerrada contra su voluntad en un piso de la ciudad de Bilbao. Tras rápidas gestiones, los agentes lograron localizar y liberar a la víctima en un inmueble en el barrio de Las Cortes en Bilbao.

En ese mismo momento fueron arrestados los dos captores, la propietaria del inmueble de origen subsahariano y la persona de origen guineano que había trasladado a la víctima al domicilio, constatando que ambas formaban parte de un grupo criminal asentado en Bilbao dedicado a la trata de seres humanos.

DEUDAS

La red actuaba a nivel internacional y facilitaba el tránsito de inmigrantes entre África y Europa. Además, se encargaba de recibir, alojar y redireccionar a los inmigrantes hasta el siguiente punto clave a cambio de una contraprestación económica, que si no era satisfecha, conllevaba la retención de personas hasta que era solventada la deuda. En España, la organización contactaba con migrantes subsaharianos que llegaban a nuestro país y que eran acogidos en centros asistenciales, para después desplazarlos a otros países europeos. En el supuesto de que se tratase de mujeres jóvenes, eran sometidas a explotación sexual.

La operación más importante realizada hasta el momento en Aragón de estas características tuvo lugar hace un año en Zaragoza. La Brigada de Extranjería de la Jefatura Superior de Policía de Aragón liberó a 16 mujeres de origen nigeriano obligadas a ejercer la prostitución en las calles de la capital durante una operación que ha concluido con la detención de 11 personas pertenecientes a una organización criminal nigeriana de carácter internacional asentada en Europa.