Los cuatro farmacéuticos detenidos por supuestamente formar parte de una trama que revendía medicamentos con recetas falsas quedaron ayer en libertad.

El magistrado del Juzgado de Instrucción número 3 de Teruel así lo decretó después de tomarles declaración, en presencia de sus abogados defensores Rafael Ariza y Nieves Madera. No obstante, la responsable de los botiquines de Peñarroya y Fuentespalda estuvo con un pie en prisión, ya que tuvo que pagar los 50.000 euros que le impuso el fiscal para eludirla.

Todos ellos, Manuel M., Rosa S., Amparo B. y Victoria S., están imputados de estafa, falsedad documental, delito contra la salud pública, contra Hacienda y la Seguridad Social y blanqueo de capitales.

Es la continuación de la investigación realizada por la Guardia Civil que se destapó con el arresto de la farmacéutica de Palomar de Arroyos, Amparo A., que permanece actualmente en la cárcel. A la licenciada se le acusa de vender ilegalmente medicinas a una parafarmacia de la Comunidad Valenciana, después de haberlas cobrado al Servicio Aragonés de Salud.

Los dispensarios de las cuatro personas que pasaron ante el juez continúan cerradas, si bien sus propietarios, como el de Cariñena esperan que no sea por mucho tiempo. Su abogado, Rafael Ariza, señaló que este boticario, que regenta el negocio desde hace siete años, dejó de ser mayorista de medicamentos hace un año. Que es verdad que vendía a otros establecimientos, pero que tiene una licencia fiscal que así se lo permitía, por lo que "no tiene sentido que utilizara recetas falsas".

Como consecuencia, cerca de 5.000 personas están afectadas y tienen que desplazarse a otras localidades cercanas.

La investigación de la Guardia Civil continúa abierta y secreta, si bien no se descartan más detenciones, incluso en otras provincias españolas.