Las Cortes de Aragón han aprobado hoy por unanimidad parte de una iniciativa en la que se insta al Gobierno a desarrollar un plan que recupere el papel de la librería como espacio de gestión cultural y el papel del librero como prescriptor.

También han aprobado ampliar los planes de fomento de la lectura y poner en marcha campañas de promoción y marketing institucional que incidan en la visita a las librerías, con el apoyo de las organizaciones del sector, incluidas las empresas editoras.

Sin embargo, el PP y el PAR no han respaldado otros puntos que contenía la iniciativa, como la creación de un sello de calidad para librerías que actúen como motor cultural y que les permitiría acceder a ciertas contrapartidas o elaborar con el sector un código de buenas prácticas que garantice el cumplimiento de la exigencia del precio fijo, así como incluir sanciones en la legislación en caso de incumplimiento.

Tampoco ha obtenido respaldo la pretensión de dotar de forma suficiente una línea de subvención para librerías que permita hacer inversiones ni dotar de partidas a las bibliotecas públicas y escolares para actualizar sus fondos bibliográficos a través de las librerías.

El diputado de CHA Gregorio Briz ha insistido en que en otros países se han establecido líneas de apoyo a las librerías como las que hoy se han solicitado, en tanto en cuanto éstas no son simplemente un negocio, sino que son un "elemento esencial en el desarrollo del individuo"

Ana Cristina Vera, del PSOE, ha lamentado la "inacción" del Gobierno de Aragón en este asunto, con la disminución de los horarios de las bibliotecas, la eliminación de programas de animación a la lectura o la "defenestración" del Centro del Libro.

Por su parte, Manuel Blasco (PAR) ha incidido en el cambio de los hábitos respecto al libro y al auge del libro electrónico, por lo que ha propuesto como enmienda, que no ha sido aceptada, la elaboración de un estudio, que, junto con el sector, determine la situación en la que éste se encuentra para tomar las medidas oportunas.