Solo un día después de que el Gobierno de Zaragoza en Común (ZeC) sacara a licitación la obtención de dos únicas licencias para operar con patinetes compartidos de alquiler en la ciudad, el portavoz del PP en el consistorio, Jorge Azcón, pidió que no se adjudique antes de que se apruebe una ordenanza específica que regule definitivamente la circulación y el estacionamiento de este y otros vehículos de movilidad compartida que han irrumpido en la ciudad en los últimos meses, así como otros que están por llegar. Y, al mismo tiempo, hizo especial hincapié en una de las mayores sorpresas de este concurso público: el consistorio no reclama canon o tasa alguno por la utilización del espacio público para un negocio privado.

Las licencias, como ya se había anunciado, serán para dos años, más uno de prórroga, con el objetivo de permitir una primera tanda de 850 patinetes por empresa, 1.700 en total, al inicio de la actividad y con posibilidad de ampliarlo al doble, así como la obligación de proporcionar a todos los barrios un mínimo de entre 10 y 65 unidades, dependiendo la zona, cada día a las 8.00 horas. Hasta el día 31 tienen para pujar. Quien no gane, se tendrá que ir.

REINVERTIR

Pero Azcón lamentó que ZeC haya decidido «perdonar esa tasa a las multinacionales, que serían cientos de miles de euros» por un «uso lucrativo» en la vía pública que contradice lo que, por ejemplo, se le cobra a un banco «por tener un cajero». En su opinión, este dinero «podría servir para construir y mantener nuevos carriles bici o estacionamientos nuevos» que «se tendrán que pagar ahora con los impuestos de los zaragozanos».

Aunque lo que consideró más «peligroso» es la poosibilidad de «crear un duopolio» en la ciudad en el que dos únicas empresas sean capaces de regular el precio al que los zaragozanos pueden disfrutar de este servicio. En este sentido, recordó que el coste que se le repercute al usuario en los patinetes eléctricos es idéntico en todos los casos -un euro de alta y 15 céntimos el minuto-, y no lo ve una casualidad, de manera que cuando sean solo dos empresas, la tarifa podría dispararse. «Va a hipotecar la implementación de esta nueva movilidad», añadió el concejal conservador.

Aunque lo más relevante es el debate sobre qué hacer en Zaragoza mientras la Dirección General de Tráfico (DGT) sigue si fijar una normativa estatal uniforme con la que regular este fenómeno en alza. En su opinión, estas licencias deberían paralizarse hasta que la capital aragonesa no tenga una ordenanza específica clara, para los patinetes pero también para las bicicletas, las motos y los vehículos que están por venir como los coches o segways.

«ZeC ha optado por la permisividad y dejar que se implantaran», explicó, y ahora se queda «en tierra de nadie», sin ordenanza específica y con dos licencias vinculantes en busca de adjudicatario.