El Ministerio de Fomento ha licitado el contrato para la ejecución de las obras de la variante de Sabiñánigo (Huesca), en la autovía A-23, con un presupuesto orientativo de 91,67 millones de euros.

Según informa el referido Departamento ministerial, esta licitación supone "un nuevo e importante avance" para el eje viario de la A-23, que se suma a la reciente puesta en servicio, el pasado mes de marzo, de dos tramos entre Alto de Monrepós y Lanave.

La variante de Sabiñánigo es un tramo de 8,6 kilómetros que discurrirá por la zona noroeste de la N-330, que continuará en uso como vía de servicio.

El proyecto prevé la construcción de un viaducto de 936 metros sobre los ríos Gállego y Aurín, con grandes vanos de luces para garantizar la mínima afección y máxima permeabilidad, así como la transformación de varias intersecciones de la N-330 en glorietas en los cruces de Sardas y de Aurín, y otra más en la zona norte.

Se prevén tres enlaces, el de Sabiñánigo Este, el de conexión con la carretera N-260 en dirección a Biescas, y el de Sabiñánigo Oeste.

El nuevo tramo diseñado se localiza íntegramente en el término municipal de Sabiñánigo, y discurre en sentido Noroeste como variante de la carretera N-330, por el exterior del vertedero de Sardas y del núcleo de Aurín.

Se han previsto un total de dieciocho estructuras, de las cuales tres son viaductos sobre ríos o vaguadas profundas, entre los que destaca el de casi un kilómetro sobre los ríos Gállego y Aurín, y cuatro sobre arroyos de menor entidad.

Cinco son pasos superiores de camino o carretera, tres son inferiores de autovía y otro paso una vía pecuaria.

Según las fuentes referidas, la autovía A-23 (Mudéjar), junto con las autovías A-21, entre Pamplona y Jaca, y A-22, de Huesca a Lérida, se prevé que sea una alternativa eficaz al valle del Ebro para comunicar la cornisa Cantábrica con Cataluña.

Sin embargo, desde el Departamento ministerial se espera la aprobación de unos nuevos presupuestos estatales para llevar a cabo la adjudicación.