El barrio de Delicias abordó ayer la fisonomía de la Zaragoza del futuro próximo con el proyecto de la segunda línea del tranvía como eje central del debate en la segunda de las jornadas El futuro de la Movilidad en Zaragoza y Delicias, organizadas por las asociaciones de vecinos Manuel Viola y la Bombarda-Monsalud y en las que participó la gerente de Los Tranvías de Zaragoza, Ana María Moreno.

Los partidarios de este modelo de ciudad echaron mano de los efectos positivos que deja la línea 1 en el eje norte-sur, que conecta los barrios del Actur y Valdespartera: "El tranvía ha cambiado la cara de la ciudad y las calles por las que pasa lo han notado positivamente", defendió Miguel Ángel Jiménez, arquitecto técnico encargado de varias ponencias que trabaja en el barrio. Su postura es compartida por el ayuntamiento y las asociaciones Manuel Viola y la Bombarda-Monsalud, que solo ven ventajas en acometer la segunda línea: "Se ha mejorado la calidad del aire, han bajado los niveles de ruido y las estadísticas de la siniestralidad. Es indudable, hay más motivos pero se ha pasado de 25 víctimas mortales a un promedio de 3 o 4. La ciudad se ha civilizado", comentó.

Las únicas divergencias entre el frente pro tranvía residen en cuestiones como establecer varias paradas más en la Aljafería y en la avenida Madrid y mejorar el trayecto en Conde Aranda y en la estación Intermodal. Enfrente, otras asociaciones de vecinos como Catalina de Aragón y Nueva Delicias, que no contemplan necesario el proyecto ahora mismo y que temen el perjuicio que puede provocar en el pequeño comercio del barrio, con las quejas de los vecinos de la línea 1 como argumento.

"Entiendo las molestias por las obras, pero aquellos negocios que están en el eje de la línea 1 están soportando mejor esta crisis", apuntó Jiménez, para quien el tranvía "supondrá un relanzamiento del pequeño comercio de la zona de la Avenida de Madrid y, en cuanto al gasto, con la línea 1 el ayuntamiento solo pagó el 10% de las obras además, del 10% de la DGA, y en esta ocasión puede que no tuviera ni que aportar ese porcentaje".

En cuanto al posicionamiento político, Jiménez consideró que ahora las discrepancias vienen por otros motivos: "En este momento creo que nadie discute ya la existencia del tranvía, sino adónde hay que llevarlo. Nosotros no somos partidarios de que el tranvía se lleve a Arcosur. Hay que llevarlo donde haya masas de gente, no en un barrio todavía por desarrollar".