La línea de tren entre Zaragoza y Teruel, parte fundamental del futuro corredor ferroviario Cantábrico-Mediterráneo, está desde este martes un poco más cerca de que los convoyes puedan circular a 250 kilómetros por hora. El ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, aprovechó su visita al puerto de Valencia para anunciar, entre otras cosas, que el estudio informativo de las obras necesarias para conseguirlo entre la conexión con la Ronda Sur ferroviaria de Zaragoza y el entronque con la ciudad de Teruel, ya ha recibido el visto bueno definitivo y en pocos días así se publicará el Boletín Oficial del Estado (BOE) para someterse a exposición pública durante 30 días, dando así un paso de gigante hacia una licitación de los trabajos para ejecutarlo para la que habrá que esperar a recibir posibles alegaciones.

A este avance se suma el propio objeto de su visita a la capital levantina, que era presidir la firma de una adenda al convenio para financiar la adaptación de los siete apartaderos de la línea ferroviaria entre Sagunto, Teruel y Zaragoza para que puedan operar trenes de hasta 750 metros de longitud, según informa Rafa Herrero. El acuerdo, suscrito por los presidentes del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), Isabel Pardo de Vera, del Puerto del Estado, Francisco Toledo, y la Autoridad Portuaria de Valencia (APV), Aurelio Martínez, se traduce en la aportación de 7 millones de euros más procedentes del Fondo Financiero de Accesibilidad Terrestre Portuaria, contribución que de esta forma alcanza los 20,6 millones de euros.

Con esta adenda, acordada ya en el verano del 2019, se materializará la construcción de las instalaciones de seguridad en siete apartaderos de la línea, tres en la Comunidad Valenciana (EstivellaAlbalat dels Tarongers, Navajas y Barracas) y cuatro en Aragón (La Puebla de Valverde, Teruel, Ferreruela y Cariñena). Unos trabajos que significan, remarcó Ábalos, «un paso más en el camino de más de dos años para mejorar una línea ferroviaria que conecta a 10 millones de personas y a territorios que generan un 21 % del PIB».

Se trata de un proyecto más a licitar y a ejecutar de cara a una puesta en marcha que el Gobierno central se comprometió a tener lista para el 2023 con una inversión que superaría los 380 millones de euros. El último de los trabajos a salir a concurso, recientemente, el de la instalación de la futura electrificación entre Zaragoza y Teruel por más de 53 millones de euros.

Respecto al estudio informativo aprobado, incluye una actuación en los 177 kilómetros que separan Zaragoza y Teruel que incluya la duplicación de una vía que ahora es única y en una plataforma que añade dos trazados en variante entre Caminreal-Fuentes Claras y Ferreruela de Huerva (28,7 kilómetros) y entre Villareal de Huerva y Cariñena (25,8). En estos puntos serán trazados de nueva planta y con vía doble para tráfico mixto de viajeros y mercancías y compatible con velocidades de hasta 250 Km/h. De los aproximadamente 166 kilómetros de recorrido (ahora son 177), 3.845 metros serán sobre un viaducto, y el resto requerirá de hasta otros 9.180 de túneles.

Soro aplaude

Soro aplaude Desde la DGA, al anuncio de la inminente publicación del estudio informativo, el consejero de Vertebración del Territorio, Movilidad y Vivienda, José Luis Soro, respondió que es «una gran noticia» que «servirá para garantizar el futuro logístico de Aragón» igualando en competitividad a otros ejes ferroviarios. Este añadió que «es un primer paso muy importante mientras se sigue trabajando en las mejoras del plan director para mejorar las deficiencias actuales». «Es necesario que la mejora en estya infraestructura del siglo XIX se haga con las prestaciones del siglo XXI», concluyó.