Aragón es arte mudéjar. Puede que no sea una manifestación exclusiva de la comunidad, pero está claro que ha sido en Teruel y en Zaragoza donde este estilo arquitectónico ha logrado su mayor grandiosidad, perfección y belleza. La actividad de los alarifes musulmanes bajo el mandato de un señor cristiano, de albañiles, carpinteros y azulejeros ha dejado lo mejor de su arte y de su hacer en la parte oeste de Zaragoza. Los ejemplos son inabordables como se puede comprobar en esbeltas torres como la de Ateca, o las casi gemelas de Calatayud --San Andrés y Santa María--- y por supuesto en las fantásticas iglesias fortaleza de Tobed, Torralba de Ribota, Cervera de la Cañada o Villarroya de la Sierra. "Los mudéjares, musulmanes que continuaron con los diosas y con las tradiciones de sus antepasados fueron los artífices de un arte que, según los estudiosos es el único genuinamente español", aseguran desde el servicio de cultura de la Diputación Provincial de Zaragoza. El interés turístico asociado a este estilo ha crecido mucho en los últimos años, debido a los variados reconocimientos oficiales y a las campañas de difusión que se han puesto en marcha desde los organismos públicos.

Durante la edad media, Calatayud y su comarca albergaron una importante población mudéjar. En Tobed, un municipio de pequeñas dimensiones, cuentan con un templo fortaleza que sorprende al visitante. Según se explica en la guía Arte en la provincia de Zaragoza de la DPZ, "la iglesia es una sala diáfana, de grandes proporciones (que no se han correspondido nunca con la escasa población de la localidad), cubierta por bóvedas de crucería y con coro alto a los pies".

Poderosa personalidd

Es un espacio singular, impactante, muy bello, merced a tres elementos clave que le otorgan su poderosa personalidad: la decoración pintada de sus muros y bóvedas, sus ventanales cuajados de menudas labores de yesería y la abertura en triple arco apuntado de las capillas de la cabecera. Su fachada de formas robusta y al mismo tiempo llena de filigranas es un referente artístico en todo la zona que atrae a un gran número de visitantes. Se puede conocer en horario de culto o solicitando una visita en el Ayuntamiento de Tobed.

En el municipio también se puede visitar el palacio de la Encomienda (del siglo XVII), un magnífico ejemplo de arquitectura señorial aragonesa de época barroca. Además, para todos aquellos a los que les apetezca caminar un poco en los alrededores se puede descubrir los restos del castillo y la ermita de San Valentín. Desde el torreón de origen islámico se obtienen una excelentes vistas de la zona y es un perfecto observatorio de aves.

Esplendor

El arte mudéjar tuvo en la comarca de Calatayud tuvo su época de esplendor entre 1490 y 1565, cuando el ladrillo o el yeso se empezaron a trabajar bajo estéticas renacentistas. Esto significó que las reparaciones o reestructuraciones que necesitaban los edificios señeros del momento se realizaran bajo la estética mudéjar.

Cuando se habla de mudéjar en la provincia de Zaragoza no se puede olvidar otra de las grandes zonas en las que fructificó este arte: los alrededores de Tarazona y en la propia ciudad. Al descubrir el conjunto de sus torres y su catedral se puede comprender el milagro que aquillos artesanos lograron con el ladrillo y las líneas.