Las listas de espera en Aragón han alcanzado un nuevo récord negativo y superan ya los 4.200 pacientes a fecha 30 de septiembre. Este es ahora el peor dato del año y supone un incremento de 371 aragoneses más respecto a las cifras registradas en agosto, que eran de 3.829 personas. Así lo explicó ayer el director general de Asistencia Sanitaria, José María Abad, durante su comparecencia en la Comisión de Sanidad y se publicó posteriormente en la web del Salud.

Abad achacó la situación, nuevamente, a los problemas para cubrir las plantillas de anestesistas en los hospitales Clínico y Miguel Servet de Zaragoza, una situación ya resuelta pero que «todavía» no se refleja en la reducción de la demora. «A finales de este mes se empezará a notar ya la reducción de las listas», aseguró Abad, quien recogió el guante lanzado hace unas semanas por la consejera de Sanidad, Pilar Ventura, de lograr reducir las listas de espera a 2.000 personas el próximo verano. «Mi objetivo sería alcanzar lo mínimo posible, pero esa cifra es la que estimamos si las medidas que vamos a poner en marcha son eficaces, lo que no quiere decir que ese resultado nos deje satisfechos. Me gustaría que, al final de la legislatura, el dato fuera mucho menor a los 2.000 pacientes», matizó Abad.

TRAUMATOLOGÍA

Según los datos publicados ayer por el Salud, de los 4.200 aragoneses que sufren una demora de más de seis meses para ser operados hay 1.666 que se corresponden con la especialidad de Traumatología, el área por excelencia que más problemas tiene y que, en un mes, ha pasado de 1.571 personas en agosto a 1.666 en septiembre. Otro incremento considerable se ha producido en Angiología y Cirugía Vascular, que ya supera los 206 cuando en agosto eran 149; en Cirugía Pediátrica se ha incrementado la lista de espera de 81 a 112 usuarios; mientras que en Oftalmología se ha pasado de 93 pacientes a 187 a finales de septiembre. Solamente hay una especialidad que no tiene personas en lista, que es Cirugía Cardiaca.

Por otro lado, Abad reconoció la «necesidad de extender a otras especialidades» la interconsulta virtual que se puso en marcha en el 2017 y que permite aligerar las citas, evitar derivaciones «innecesarias» y aliviar las listas de espera. «Las medidas que se tomaron en la legislatura pasada fueron las adecuadas, el problema es que en Sanidad no existe el corto plazo», dijo.