La aplicación de medidas drásticas para evitar la propagación del coronavirus ha tenido un inmediato reflejo en el número de denuncias y llamadas de auxilio por casos de malos tratos a mujeres en el conjunto de Aragón. El descenso es acusado, del orden del 50%, y sus causas son objeto de análisis por parte de los expertos. La explicación provisional más extendida es la de que las víctimas están «más controladas» por sus parejas como consecuencia del confinamiento en el hogar y tienen dificultades para denunciar las agresiones de que son objeto.

Pero se trata de un porcentaje que hay que matizar porque deriva de las cifras manejadas por el Instituto Aragonés de la Mujer (IAM), uno de los organismos que ofrecen teléfono de ayuda a las maltratadas (en el número 900), pero no el único.

El teléfono del IAM, efectivamente, ha recibido entre el 16 y el 26 de marzo de este mes un total de 27 llamadas urgentes en las que se solicitaba ayuda inmediata ante agresiones machistas. Esa cifra es exactamente la mitad de la que se registró en el mismo periodo del 2019, cuando hubo 54 peticiones de intervención urgente.

En la Delegación del Gobierno confirman igualmente que su número telefónico destinado a las mujeres que sufren abusos de cualquier tipo, el 016, registra menos llamadas y que, a nivel general, se ha producido un descenso apreciable de la criminalidad, incluyendo las violencia ejercida contra las mujeres.

Ninguna atención presencial

La Policía Local de Zaragoza no aporta cifras concretas, pero su nivel de actividad en el 092 ha decrecido de forma notable desde que se aplicó el estado de alarma.

Por lo que se refiere al Ayuntamiento de Zaragoza, su Servicio de Igualdad ha detectado que desde el pasado 13 de marzo no ha atendido en persona a ninguna mujer, un dato llamativo si se tiene en cuenta que habitualmente presta asistencia presencial a una media de 18 a 20 mujeres cada semana.

Esta circunstancia se debe al hecho de que las llamadas recibidas, un total de 15, eran por problemas que no requerían la presencia física de las comunicantes. Y otro dato revelador es que apenas han entrado al servicio informes de guardia, referidos a casos urgentes.

De ahí que, según señala una fuente del Servicio de Igualdad, se esté dedicando un mayor esfuerzo al seguimiento telefónico de los casos. Hasta ahora, desde que empezó la actual situación, se han realizado 160 llamadas, y el objetivo propuesto es dirigirse a un total de 300 mujeres para interesarse por su estado.

Esos contactos telefónicos han permitido detectar que algunas mujeres sondeadas presentan estados de ansiedad o nerviosismo y problemas económicos. En las llamadas se trata de superar el aislamiento forzoso al que obliga el coronavirus para averiguar el estado en que se encuentran mujeres que han sufrido maltrato.

Por otro lado, la Delegación del Gobierno en Aragón ha informado de que actualmente, hay 1589 casos activos en el Sistema de Seguimiento Integral de Casos de Violencia de Género (Viogen). Además, en el 2019 se produjeron 3.231 denuncias, se incoaron 1.014 órdenes de protección y se activaron 47 dispositivos de control telemático. En el 2020 esa cifra ha aumentado a 54.

Apoyo psicológico

El teléfono de atención, el 016, señalan, sigue funcionando con normalidad y se ha habilitado además líneas telefónicas de mensajería instantánea para apoyo psicológico y jurídico en horario de 8 a 22 horas.

Asimismo, la aplicación Alertcops permite enviar una señal de alerta con localización y se ha elaborado una guía que cuenta con todos los recursos disponibles para mujeres que sufren violencia de género durante esta situación de emergencia.

«Que no se denuncie no significa que no haya violencia, al revés»

En Somos Más, la organización aragonesa que presta asistencia a las mujeres que sufren malos tratos no se dejan engañar por la «aparente calma» que se ha generado a raíz de la entrada en vigor del estado de alarma. «Que no se denuncie no significa que no haya violencia, al revés», subraya Teresa, secretaria de la entidad, a quien extraña la «tranquilidad» que se vive estos días en los juzgados de violencia sobre la mujer cuando están de guardia.

«Si las mujeres no denuncian como antes de la crisis sanitaria es porque están bajo el mismo techo que su maltratador las 24 horas del día y están más controladas», añade. «Es posible que haya más agresiones que antes pero que no nos enteremos hasta que esta situación de confinamiento termine», explica Teresa.

En su opinión, la iniciativa puesta en marcha en comunidades como Canarias, consistente en que la mujer amenazada o agredida llame a una farmacia de guardia con la contraseña mascarilla 19 es una buena idea, ya que sirve para «dar la voz de alarma». Somos Más recurre al envío de whatsapps como forma de mantener el contacto con las personas en riesgo, a las que ofrece asesoramiento con un equipo compuesto por un abogado, una trabajadora social y una psicóloga. «Aquí aún no hemos notado nada, es pronto todavía para que lleguen mensajes de auxilio», señala la secretaria de Somos Más, que anima a denunciar a las mujeres que estén en peligro.