Zaragoza asiste hoy al primer debate electoral del año. Sobre la arena, cuatro formas de entender el presente y el futuro. Y un reto: demostrar quién tiene más imaginación y más ideas para transformar el pasado. El debate sobre el estado de la ciudad llega a seis meses de los comicios municipales y con más amenazas de puertas para fuera que para dentro --al menos según las encuestas--. Y como no se trata de demostrar a quién le ha crecido más la coleta en los últimos meses, para parecerse al líder de Podemos, Pablo Iglesias, llega su momento de aportar ideas, antes de la contienda, a solas y mirando a la cara de los ciudadanos. Porque a diferencia de Podemos, ellos aún tienen seis meses para cambiar las cosas en el ayuntamiento.

GENERAR ILUSIÓN

Así que el de hoy promete ser el debate más electoral de los últimos años y en un formato que perjudica más a la oposición que al Gobierno de la ciudad. Porque ya no será Belloch quien entone sus propuestas de futuro. Ceder el protagonismo al próximo candidato socialista, Carlos Pérez Anadón, pospone al horario vespertino las ideas para generar ilusión. En un doble turno de intervención que, además, inicia el portavoz del PP, Eloy Suárez, para después ser continuado por su tan criticado tripartito: Juan Martín, de CHA, José Manuel Alonso, de IU, y el propio Anadón cerrando el debate.

Un punto final sin réplicas ni interferencias. Pero de una gran exigencia para él. Sus gestos, sus críticas, su balance y su capacidad para proponer y ser creíble serán seguidos con lupa. Es su momento, con el alcalde, Juan Alberto Belloch, más centrado en un análisis de sus doce años de mandato a modo de despedida y cierre, ya alejado de la arena electoral.

Pero al margen de la discusión, la ciudad espera respuestas a cuestiones clave. La movilidad y las necesidades de las familias, cada vez más graves, el empleo y las políticas de lucha contra la exclusión. Aunque, en esta ocasión, la vivienda parece ser un eje central compartido en el discurso de todos los grupos municipales, cada uno a su estilo y focalizando sobre asuntos diversos. Quizá la hora de las ideas sirva para agitar una coctelera que lleva mucho tiempo parada en Zaragoza. Los pisos vacíos, las políticas de alquiler, el problema de la VPO... Todo incógnitas.

CONTRA LA POBREZA

La movilidad, más allá de la discusión tranvía sí o no, tranbús quizá o bicicleta por dónde y cómo, requiere de propuestas concretas, apuestas políticas decididas y creíbles. No futuribles ni imposibles. Aunque este apartado quedó algo descafeinado tras el último pleno, en el que CHA y PSOE pactaron lanzar la revisión del plan de movilidad a cambio de garantizar la inversión de 1,6 millones en un contrato con el que lograr un estudio de viabilidad y un proyecto que en año y medio permita iniciar las obras en el eje este-oeste. Está el pescado vendido antes de que las urnas decidan.

Pero la pobreza y el empleo son las cuestiones que más propuestas requiere. Para generar ilusión o para ver la salida del túnel en el que se ha convertido la Acción Social en la capital. Un suma y sigue en el que ya no basta con pelear con el Gobierno de Aragón. Ninguno de los cuatro partidos puede permitirse el lujo de mirar hacia la DGA, no vaya a ser que otros muestren más imaginación en otros foros. Ellos están ahora en la corporación y los ciudadanos quieren oirles.

Por último, la transparencia y la regeneración democrática cruzarán, seguro, el debate político, pegado a una participación ciudadana que son la clave de los Podemos-Ganemos. Quizá sobre esto también tengan ideas. O quizá no, hoy se verá.