El litro de diésel ya se vende por debajo del euro en varias gasolineras de la comunidad. La crisis del coronavirus y la guerra comercial entre productores han desplomado el precio del barril de Brent, lo que ya se deja notar en las estaciones de servicio de todo el país. De hecho, llenar el depósito estos días en Aragón cuesta de media nueve euros menos que en las mismas fechas del año pasado. La tendencia a la baja en el precio de los carburantes ya comenzó hace un mes y ahora el recrudecimiento de la crisis del coronavirus la ha agravado tocando mínimos en años. No en vano, repostar gasolina en Aragón no era tan barata desde el 2016.

«La guerra comercial ha influido, pero la razón de esta fuerte caída es la pandemia; algo lógico porque se produce pero no se consume», resume la presidenta de la Asociación de Estaciones de Servicio de Aragón (Aesar), Pilar Soto.

Tras los bajos precios registrados en el 2015 y el 2016, el combustible comenzó a encarecerse a lo largo del 2017 debido, fundamentalmente, a los recortes de producción de petróleo acordados por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y Rusia, un ajuste que elevó el precio del barril. Ahora, sin embargo, no está habiendo ese entendimiento. De hecho, la OPEP (con Arabia Saudí a la cabeza) y Rusia están librando una guerra comercial ante la falta de acuerdo para recortar la producción y blindar los precios ante los efectos adversos que está provocando el coronavirus en la economía mundial.

Todo ello ha provocado que la pasada semana se produjera la mayor caída del precio del barril de Brent desde el año 1991, que tuvo lugar en plena Guerra del Golfo. El pasado martes cotizaba a 30 dólares, unas cifras que no se veían desde hace tiempo. «No hay que olvidar que el coste del crudo representa el 35% del precio final de los carburantes, por lo que su variación es determinante», subraya Soto.

Así, estos días la mayoría de gasolineras de la capital aragonesa vendan el litro de gasóleo A habitual (el combustible que utiliza el 60% de los vehículos en España) a 1,129 euros. De esta forma, repostar 55 litros cuesta 62,095 euros, frente a los 70,90 que había que pagar en las mismas fechas del año pasado, cuando el litro de diésel en Zaragoza rondaba los 1,289 euros. En el caso de la gasolina 95, cuyo litro se paga estos días en Zaragoza a 1,189 euros, las diferencias también son sustanciales. De hecho, llenar el depósito cuesta 10,5 euros menos que hace solo un año.

Seguirá bajando

Los expertos ya advierten que todo parece indicar que estas diferencias seguirán creciendo en las próximas semanas porque el precio de los carburantes continuará cayendo. «Las gasolineras tenemos poco que decir en ese sentido porque los precios nos vienen dados por las petroleras», apunta la presidenta de Aesar. A este respecto, la extinta Comisión Nacional de Competencia ya denunció hace años que las petroleras trasladan los incrementos de las materias primas «como un cohete» pero las bajadas se reflejan «con la velocidad de la caída de una pluma» y recordó que el problema era el excesivo poder del sector en España, donde tres firmas (Repsol, Cepsa y BP) copan gran parte del mercado.

El decreto publicado hace unos días en el BOE, por el que se declara el estado de alarma para frenar el coronavirus, ha dado al Gobierno amplios poderes sobre las empresas energéticas. De hecho el Ejecutivo, que podrá incluso racionar la gasolina, ya ha dicho que estará vigilante para que estas empresas no aprovechen la situación para tensionar precios.

Sea como sea, cabe recordar que Aragón no es de las comunidades con las gasolinas más caras del país y suele situarse habitualmente como la cuarta o la quinta con las tarifas de carburantes más bajas. España también se sitúa por debajo de la media del conjunto de la UE.

Las ventas se desploman por el coronavirus

El estado de alarma por el coronavirus ha sumido a gran parte del país en una profunda parálisis, una situación que también están notando las gasolineras. «Hay estaciones que han visto desplomarse sus ventas hasta en un 80%», asegura la presidenta de las asociación de gasolineras de Aragón (Aesar), Pilar Soto, que apunta que algunos pequeños empresarios no podrán seguir abiertos si la crisis se alarga mucho.

Soto solo confía que puedan acceder cuanto antes a las medidas urgentes que va a poner en marcha el Gobierno. «Muchas estaciones van a tener que hacer un ERTE porque no van a poder pagar las nóminas», indica. La patronal del sector también ha pedido a las petroleras flexibilidad en los pagos para evitar cierres.

Las gasolineras tienen muy claro que deben seguir abiertas para garantizar la movilidad, mientras priorizan también la seguridad de sus clientes y trabajadores. «Nos centramos en guardar las distancias de seguridad aconsejadas y en que todos lleven guantes y mantenemos abiertos los baños por si algún transportista necesita asearse», comenta Soto, que recuerda que sus tiendas y cafeterías también han tenido que cerrar por decreto, generando más pérdidas. «La situación es muy preocupante», concluye.