La lluvia modificó la agenda programada para celebrar el carnaval. El desfile que iba a teñir de colores y disfraces el centro de Zaragoza tuvo que ser suspendido. Como alternativa, todas las actividades organizadas para la tarde se trasladaron hasta la carpa instalada en el Parque Delicias, epicentro de las celebraciones de este mes: el jueves lardero y los carnavales. Allí, las comparsas pudieron lucir modelitos y reproducir las coreografías que llevan "meses ensayando".

Entre las 30 comparsas --26 de Interperñas-- había de todo: unos disfrazados de cavernícolas, algún que otro Minions con mascarillas, duendes, los típicos payasos y un amplio grupo de gospel. La edad no importaba. Había mayores y pequeños que convivieron durante toda la celebración.

El presidente de Interpeñas, Braulo Cantera, lamentó que la climatología estropeara parte de esta festividad que reune a cientos de personas todos los años. Más de uno estuvo esperando en la plaza San Miguel --punto de salida del desfile--, muchos de ellos disfrazados. Pero el día de carnaval es un día de alegría, decían, así que trasladaron su fiesta al parque Delicias. En la carpa, a rebosar de gente, la lluvia no importó. "El ambiente festivo sigue adelante", aseguró Cantera. El recinto se convirtió en un enorme escenario que fue amenizado hasta las tres de la madrugada por la orquesta Cierzo.

La programación de hoy se mantiene, a no ser que el tiempo tampoco acompañe. Los protagonistas serán los más pequeños para los que habrá actividades a partir de las 12.00 horas en la plaza del Pilar.