Las precipitaciones que se produjeron ayer en el Pirineo dejaron hasta 117,8 litros por metro cuadrado en las últimas 24 horas en el parador de Monte Perdido. Así se extrae de los datos de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) que recoge otros como que, el pasado año por estas fechas, el 15 de octubre, se acumularon en el municipio hasta 156 litros por metro cuadrado. Además, destacan las lluvias en otros puntos de Huesca como Candanchú y Cinquita Molino Gistain que llegaron a recoger, en las últimas 24 horas, hasta 46 litros por metro cuadrado en ambos casos.
La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) también recogió en sus mediciones las lluvias caídas en la franja pirenáica aragonesa. De esta manera, en Monte Perdido captaron 113 milímetros, mientras que en Búbal fueron 42,8, en el río Veral; en Zuriza, 39,2; en Nerín, 30,8; y en Lanuza, 28,4.
En Zaragoza y Teruel, las precipitaciones no fueron tan acusadas este pasado domingo y, en el caso de la provincia zaragozana, dejaron sus máximos en las localidades del río Arba a su paso por Luesia, con 13,2 litros por metro cuadrado, y por Biel, con 12 litros por metro cuadrado.
ALERTA POR OTRO DANA
En el caso turolense, las precipitaciones resultaron escasas y apenas llegaron a los 3,8 litros por metro cuadrado en las últimas 24 horas en Monroyo y a los 3,6 litros por metro cuadrado en el municipio de Ojos Negros.
Sin embargo, para hoy la Aemet emitió ayer un aviso especial por la entrada en el área mediterránea de una Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA) que afectará principalmente al tercio oriental de la Península. La última vez pasó de largo de las tres provincias aragonesas, pero en esta ocasión se espera que sí entre en la comunidad a lo largo de esta semana.
Como consecuencia de este fenómeno, se esperan precipitaciones localmente fuertes y persistentes en el área litoral mediterránea y Baleares. En estas zonas se podrían llegar a acumular más de 200 litros por metro cuadrado durante todo el episodio.
El pasado mes de septiembre, una histórica DANA, o gota fría, golpeó con fuerza en Alicante, Murcia y buena parte de Andalucía, dejando seis muertos y 4.000 personas evacuadas.
