Pese al esfuerzo policial por la mejora de la seguridad ciudadana y el fin de la delincuencia, los incidentes no cesan en el barrio del Gancho. El último ocurrido en la mañana del domingo con varios individuos arrojando tejas a la calle de Ramón Pignatelli ha vuelto a sembrar el pánico y también el hartazgo entre los vecinos de esta zona de la capital aragonesa.

«En quince días llevamos un ataque con hacha, un tiroteo, un navajazo en la pelea de dos prostitutas por un robo y un altercado con dos drogadictas que son hermanas y la lían cada dos por tres en el barrio». Así resumió Óscar Villanueva, portavoz de la Plataforma de Afectados de El Gancho, la sucesión de incidentes en las últimas semanas.

Según explicó ayer, «lo de hoy ya es el colmo». «Sales a las 10 de la mañana a pasear al perro y de repente te encuentras que te están tirando tejas desde un tejado», narró. Otra vecina, con un local en esa calle, le pareció «mal» todo lo ocurrido y afirmó que son numerosos los incidentes. «Pasa de repente, ese es el problema. Todo el barrio tiene miedo», dijo. Mientras, otra de las vecinas esperaba al final de la calle para poder acceder a su domicilio. «Solo quiero ir a casa y ya está, estar tranquila», comentó.

Villanueva denunció que en el entorno «campa la inseguridad ciudadana» y apuntó que el incremento de la Policía Nacional hace que la intervención sea mucho más rápida, pero si no viene acompañado de una urgente actuación municipal, «no tenemos nada que hacer». La plataforma defiende que el ayuntamiento debe actuar en materia de okupación, vivienda, servicios sociales y seguridad.

Asimismo, solicitan cámaras de seguridad para todo el barrio. «Cuestan 8.000 euros y que no me digan que el ayuntamiento no los tiene para cubrir la seguridad de 16.000 vecinos», manifestó Villanueva.

La sensación vivida en la zona es de miedo por los sucesivos hechos que han tenido lugar recientemente, pero también de «cabreo» por la falta de soluciones para erradicar los problemas. La situación es tan preocupante que los vecinos han solicitado dotaciones de Policía Nacional por las mañanas para que la gente pueda ir a comprar. «El otro día le robaron la cartera a un señor de 85 años y le tiraron al suelo», relató el portavoz. «Seas mayor o joven, tu vida corre peligro en este barrio», aseguró.

Reivindicó que es «un bonito barrio para vivir que están degradando», así como provocando que la gente no quiera ir.

Además, la plataforma ciudadana ha denunciado que hay muchos narcopisos en el barrio y 102 inmuebles que son de infravivienda.