-La conmemoración del Día Internacional de la Salud y la Seguridad en el Trabajo llega totalmente condicionada por la crisis del coronavirus. ¿Las empresas aragonesas están siendo responsables?

-En general, han sido responsables con las medidas de seguridad para intentar que la epidemia no se propagara. Siempre habrá excepciones, pero la percepción general que tenemos es satisfactoria. El 2 de marzo, en el seno del Consejo Aragonés de Seguridad y Salud Laboral, junto a los agentes sociales, ya se decidió por consenso apelar a la responsabilidad de empresarios y trabajadores para el cumplimiento de las medidas de seguridad decretadas por el Gobierno central.

-Durante las primeras semanas los sindicatos denunciaron mucho descontrol en algunas firmas.

-Estamos ante una situación totalmente excepcional, una pandemia mundial que ha adquirido unas dimensiones que en sus inicios eran muy difícil prever. Esto ha podido dar lugar a un cierto descontrol en una primera fase, pero la situación ha mejorado con el tiempo.

-¿Han recibido en el ISSLA muchas consultas estas últimas semanas?

-Sí, sobre todo consultas técnicas por parte de empresas y representantes de los trabajadores. Las más recurrentes han sido derivadas de interpretaciones de los distintos protocolos aplicables para la vuelta a la actividad en las empresas aragonesas.

-¿Cómo está colaborando el ISSLA en esta crisis sanitaria?

-Como organismo técnico competente en materia de prevención en Aragón, nuestra labor en esta crisis está enfocada a prestar asesoramiento y apoyo técnico a los empresarios y trabajadores y a la prevención y promoción de la salud laboral. El Ministerio de Sanidad ha publicado una guía de buenas prácticas en los centros de trabajo con una serie de medidas para la prevención de contagios y vamos a velar porque se cumpla en el ámbito de nuestra comunidad.

-¿Qué opinión le merecen las aglomeraciones que se produjeron el pasado sábado en el matadero de Litera Meat en Binéfar?

-Lo que pasó en Binéfar es un ejemplo de cómo no se deben hacer las cosas en un centro de trabajo para evitar el contagio.

-La cifra de accidentes mortales ha ido creciendo de forma progresiva en Aragón en los últimos años. ¿Hay una explicación?

-El número de accidentes de trabajo en Aragón en 2019 fue de 16.554, un 6,27% más que en 2018. Pero si tenemos en cuenta que desde el 1 de enero de 2019 la cobertura por contingencias profesionales es obligatoria en el RETA, lo que supone contabilizar los 99.000 autónomos aragoneses, el índice de incidencia se ha reducido un 11,47%. Esta modificación ha provocado una ruptura de las series estadísticas que hace que no sean comparables con las anteriores.

-Dicen los sindicatos que la cultura de la prevención laboral se dejó de lado durante la crisis.

-Los últimos años han sido relativamente buenos en términos económicos y creemos que la cultura preventiva poco a poco está pasando a formar parte de la gestión y la idiosincrasia de las empresas. Ahora debemos luchar para que con esta nueva crisis tan brutal las empresas sigan apostando por la cultura preventiva y no la consideren como un gasto a reducir, sino como parte de su cultura empresarial.

-La mayoría de accidentes mortales se registran en pymes de menos de 50 trabajadores. ¿Hay que actuar ahí con más atención?

-Efectivamente, la mitad de los accidentes mortales se produjeron en empresas de menos de 10 trabajadores, y 20 de los 26 registrados en 2019 se han producido en empresas de menos de 50. Es en este tipo de empresas donde tenemos que actuar con mayor atención desde el ISSLA.

-En ocasiones se produce un desvío de las enfermedades profesionales a la sanidad pública, cuando deberían ser gestionadas por las mutuas.

-En la Estrategia Aragonesa de Seguridad y Salud en el Trabajo se contempla el desarrollo de un sistema de información orientado a la detección de las enfermedades profesionales en al ámbito de la atención primaria. Me consta que el departamento de Sanidad está trabajando en este punto para disminuir la infradeclaración de estas enfermedades.

-Los sindicatos denuncian que el ISSLA y Trabajo no tienen los recursos suficientes.

-En la pasada legislatura se mejoró la situación en el ISSLA, aunque últimamente se han producido jubilaciones y algún cese de técnicos. Esperemos que se pueda completar la plantilla para llegar a más empresas.