BBVA firmó con Grupo Lobe su primer préstamo promotor verde por un importe de casi 20 millones de euros. El préstamo, que se encuentra dentro de los programas de financiación sostenible del banco, se destinará a financiar el edificio Rosae en el barrio de Rosales del Canal de Zaragoza, que se construirá según la certificación Passivhaus, la más exigente del mercado a nivel mundial, en materia de eficiencia energética y confort, por encima de la Clase A.

Passivhaus es un concepto basado en una serie de reglas de construcción que consiguen que el edificio tenga un consumo energético casi nulo y unas altas prestaciones de confort en el interior. Este tipo de viviendas garantizan mínimos aportes de energía para un rango de bienestar térmico de 20 grados en invierno y 25 en verano.

Por otra parte, consiguen un gran ahorro energético en climatización, de hasta un 90% frente a otras construcciones existentes, convirtiéndose así en una edificación idónea para el propietario y para el medio ambiente.

Esta certificación se basa en cinco principios básicos. El primero de ellos es el aislamiento térmico, seguido de la carpintería de altas prestaciones, la estanqueidad, la ausencia de puentes térmicos y, por último, la ventilación mecánica con un recuperador del calor.

En la actualidad, España cuenta con tan solo con cuatro edificios residenciales construidos bajo la certificación Passivhaus, dos de ellos del Grupo Lobe. A pesar de esta pequeña cuota, existe un interés creciente por este tipo de construcciones en el sector inmobiliario, el cual se rige cada vez más por criterios de sostenibilidad y eficiencia energética.

De hecho, según la Plataforma de Edificación de Passivhaus (PEP), se calcula que hay alrededor de 80.000 metros cuadrados de superficie construida y certificada en España, cifras que han registrado un crecimiento exponencial de gran magnitud en los últimos años.