El lobo de Monegros no para. La noche del sábado al domingo, volvió a atacar. En esa ocasión fue a un rebaño de unas 300 ovejas que se hallaba en la finca de La Pallaruela, en el término de San Mateo de Gállego. En total, resultaron muertas 10 ovejas, y otras 17 quedaron malheridas, según informaron fuentes del ayuntamiento de la localidad. Muchos otros animales huyeron despavoridos y hay que buscarlos por la propiedad para recuperarlos uno a uno.

La finca afectada, de unas 600 hectáreas, está próxima a la carretera que comunica San Mateo con Peñaflor, en un lugar de frontera entre el río Gállego y Monegros, la zona por la que se mueve el lobo. Se da la circunstancia de que la misma ganadería ya sufrió otro ataque con anterioridad.

De esta forma, el carnívoro ya ha matado a más de 200 ovejas en el territorio por el que se mueve, que se extiende desde el Gállego hasta Pina de Ebro, en las zonas de cultivo situadas a los pies de la sierra de Alcubierre.

Esta rápida sucesión de ataques, que empezaron en el mes de abril, han creado una gran sensación de inseguridad en los ganaderos.

De hecho, ayer mismo, el sindicato UAGA exigió al Gobierno autonómico la captura de la alimaña, así como que se haga cargo de la responsabilidad patrimonial, algo que el Ejecutivo estudia mientras se prepara una legislación específica, que no existe debido a que hace años que no había cánidos en la comunidad, según informó Efe.

El sindicato agrario recordó que Aragón no tiene una figura de protección del lobo, pero sí que ha de cumplir la Directiva de Hábitats de la Unión Europea, por lo que también exigió al ejecutivo autónomo que se haga cargo de la responsabilidad patrimonial como Administración, ya que los ganaderos no tienen por qué hacerse cargo de las bajas y las pérdidas que los repetidos ataques están provocando.

ESPECIE INVASORA // El seguro, explicó la citada nota, no cubre la pérdida de las cuatro primeras ovejas, tampoco indemniza al ganadero por las ovejas heridas ni por los abortos que el estrés les provoca en los ataques. Los ganaderos consideran al lobo una especie invasora, porque Aragón no es tierra de lobos, y no van a permitir que la zona afectada por sus ataques se convierta en «zona protegida para lobos», zona en la que escasea la caza mayor y la ganadería extensiva se convierte en su alimentación.