La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos de Aragón (UPA) ha denunciado un nuevo ataque de lobos en una finca de Novillas, en la Ribera Alta del Ebro, que causó la muerte de tres ovejas y ha reafirmado su rechazo al borrador de ayudas que presentó el Gobierno autonómico para paliar las pérdidas.

La organización agraria recordó ayer en una nota de prensa que «el lobo no es una especie que pueda convivir con la ganadería extensiva», ya que este ataque se ha producido en la propiedad de un ganadero, en una zona delimitada por vallas altas.

Por esa razón, UPA reclamó soluciones al problema que pasen desde medidas de «prevención» hasta mecanismos para atender a los daños que se han producido «a corto y largo plazo». Precisamente, la Plataforma para la Defensa de la Ganadería Extensiva en Aragón se reunirá el próximo 7 de marzo con el consejero de Desarrollo Rural del Gobierno de Aragón, Joaquín Olona, para trasladarle estas preocupaciones.

La llegada del lobo a Aragón ha causado una gran conmoción entre los ganaderos, en particular en la comarca de Monegros, donde han venido sucediéndose los ataques atribuidos a este carnívoro desde la pasada primavera.

«ESPECIE INVASORA» // La DGA ha optado por considerar que el lobo debe ser protegido y, al mismo tiempo, ha establecido cauces de cooperación con los ganaderos, por ejemplo en la colocación de vallas especiales y otras medidas de seguridad.

Sin embargo, el rechazo al lobo de los ganaderos es total en Monegros, donde recientemente el PP ha pedido que el animal sea capturado y devuelvo a su hábitat natural, por considerar que se trata de «una especie exótica invasora». Hasta ahora se ha contabilizado un ejemplar que se cree que ha entrado en España procedente de los montes Apeninos, en Italia.