El consejero de Medio Ambiente, Modesto Lobón, ha insistido hoy en que la contribución del traslado de los restos de lindano del viejo al nuevo vertedero de Bailín a la contaminación del río Gállego ha podido ser del orden de los 50 microgramos por litro "pero no más".

El consejero ha hecho estas declaraciones a los medios de comunicación en Villanueva de Gállego antes de reunirse, junto al consejero de Política Territorial e Interior, Antonio Suárez, con los alcaldes de las poblaciones que consumen agua de este río afectado por un vertido de lindano.

Lobón ha mostrado su desacuerdo con respecto al expediente sancionador iniciado contra el Gobierno de Aragón por la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) por superar los límites de vertido autorizados en el barranco de Bailín y por los que el Ministerio de Medio Ambiente podría fijar una multa de entre 50.000 y 500.000 euros.

Según la CHE, el día 11 de septiembre se detectaron 438 microgramos de lindano por litro de agua, si bien Lobón ha incidido en que se ha hecho "siempre" dentro de los parámetros permitidos con el límite máximo de 50 microgramos por litro.

"Ha estado siempre por debajo", ha insistido Lobón, quien ha apuntado que, ante la denuncia de la CHE, el Gobierno mantiene que la contribución del traslado a la contaminación del barranco "ha podido ser de ese orden pero no más de ese orden".

El objetivo del encuentro, ha dicho Lobón, es informar "con detenimiento" sobre cómo se hizo el traslado de los restos de lindano del viejo al nuevo vertedero de Bailín en Sabiñánigo (Huesca), así como de las incidencias que hubo y cuáles fueron los vertidos que se hicieron, los controles del departamento de Medio Ambiente y las responsabilidades.

El consejero ha insistido en que el Gobierno de Aragón está dando a los ciudadanos una información "exhaustiva" para que no haya desconfianza y conozcan "toda la verdad", hasta el nivel que la propia administración sabe, y ha añadido que las causas "no las sabemos todavía" y se están investigando.

Lobón ha vuelto a reiterar a los medios la previsión de que en un plazo de ocho o diez días, "con cautelas", los municipios afectados por la contaminación de lindano puedan volver a beber agua del Gállego porque ese es el tiempo que se va a tardar en colocar los filtros en los distintos pueblos y porque "razonablemente" está bajando la contaminación del río.