La comisión de expertos sobre el lindano, que ayer se constituyó oficialmente en Zaragoza, tendrá como misión prioritaria abordar la causa por las que se han producido las fugas de pesticida que han llegado al cauce del río Gállego y han obligado a prohibir el consumo de agua del grifo en las poblaciones que se encuentran aguas abajo del barranco de Bailín, en la localidad de Sabiñánigo.

La primera reunión de la comisión, que agrupa a especialistas de distintas ramas, desde la veterinaria a la geología, pasando por la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) y la propia Administración, tuvo lugar en la tarde de ayer en la sede del Departamento de Medio Ambiente del edificio Pignatelli. Entre ellos figuran el comisario de la CHE y el jefe de Calidad de Aguas de la mis entidad, así como Juan José Badiola, presidente del Consejo General de Veterinaria.

El consejero de Medio Ambiente, Modesto Lobón, que presidió el encuentro, explicó a los reunidos que el objetivo es hallar la causa del grave accidente que se registró el pasado verano y que, al parecer, ha tenido sucesivos episodios con la llegada del otoño y las primeras lluvias.

Lobón urgió a los miembros de la comisión a que busquen soluciones al problema, que en ocasiones ha descrito como el más grave desastre medioambiental que padece el sur de Europa.

La Diputación General de Aragón trabaja desde hace algún tiempo en la mejora del sistema de depuración existente en el barranco de Bailín, dado que este canaliza las filtraciones que recibe del viejo vertedero de Bailín, que acaba de ser desmantelado y su contenido trasladado al nuevo depósito.

Precisamente, todo parece indicar que las fugas de restos de lindano se han producido durante el proceso de transferencia de los residuos de la antigua a la nueva ubicación. De hecho, Ecologistas en Acción ya avisó hace varios años de que el barranco de Bailín no era un lugar adecuado para almacenar residuos tóxicos por sus características geológicas, en especial la inclinación y la composición del terreno. Con todo, el consejero de Medio Ambiente sostiene que las causas del vertido accidental pueden ser más complejas, por lo que ha solicitado la colaboración de expertos.