La Asociación Pozos de Caudé, en combinación con Arqueoantro, ha localizado en Villasta, un pueblo situado cerca de Teruel, una fosa de la guerra civil con los restos de cinco sindicalistas de la localidad fusilados por una milicia falangista en agosto de 1936.

La búsqueda empezó el pasado 9 de septiembre y la llevó a cabo un grupo de antropólogos que realiza un curso de su especialidad en el que intervienen 12 alumnos. «Se ha elegido esta fórmula ante la falta de ayuda de las instituciones», señaló ayer Miguel Mezquida, uno de los responsables del equipo.

La operación se ha realizado con el consentimiento de los familiares y ahora, una vez desenterrados los restos, se iniciará un proceso para la obtención del ADN con el fin de identificar a las víctimas y entregarlas a sus descendientes.

«Cuando nos enteramos de lo ocurrido en Villastar, decidimos que había que localizarlos, pues la historia es muy interesante», subrayó Francisco Sancho, responsable de Pozos de Caudé.

La búsqueda, señaló, duró poco tiempo. Al comienzo de la excavación, al tercer día, en una vaguada del término de Villastar, la excavadora chocó con lo que resultaron ser los huesos de un pie. «A partir de ese momento se continuó con picos y palas y se abrió una fosa muy alargada donde aparecieron los cinco esqueletos», explicó.

Pero no todo está hecho. Ahora, los promotores del proyecto se enfrentan a problemas de financiación para sufragar el coste del cotejo del ADN, que se efectuará en la Escuela de Medicina Legal de Madrid. Por ello urgen al Gobierno de Aragón a acelerar la Ley de Memoria Histórica de la comunidad.