La Guardia Civil localizó ayer el cadáver del pescador que había desaparecido n el Mar de Aragón, en el término municipal de Caspe (Zaragoza). El hombre, un francés de 66 años, se encontraba a 4,5 metros de profundidad, sin presentar signos de violencia.

A última hora del pasado jueves la Guardia Civil recibió un aviso del 112 alertando de la existencia de una embarcación, sin nadie dentro, en mitad del cauce del río Ebro, a 20 metros de la orilla.

Inmediatamente pusieron en marcha una operación de búsqueda, a la que se incorporaron también bomberos y miembros de Protección Civil de la Comarca del Bajo Aragón de Caspe, que se suspendió posteriormente por la falta de luz.

Sobre las 8.45 horas de ayer se reanudó la búsqueda, también por miembros del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil (GEAS) de Huesca, quienes localizaron, en una inmersión, sobre las 9.00 horas, al fallecido, J. J. G.

El cadáver se halló justo debajo de la embarcación, en la que se encontraba su perro, que fue auxiliado.

Durante el operativo de búsqueda, agentes del Seprona desalojaron a pescadores acampados de manera ilegal en el Mar de Aragón. Según fuentes del Ejecutivo consultadas por Efe, había un campamento de pescadores con siete tiendas de campaña con tumbonas, colchones y sacos de dormir en su interior, en el que se encontraba izada la bandera de un país báltico.

Los agentes identificaron a siete ciudadanos que poseían licencia de pesca pero no permiso de acampada, actividad que venían realizando desde hacía varios días.

Éstos estaban usando, también, tres embarcaciones neumáticas con motor fueraborda pero no disponían de la declaración responsable debidamente tramitada y tampoco poseían el ticket de desinfección de las mismas. Además, intervinieron 35 cañas de pescar, de las que estaban montadas dos.