Los 120 militares del Elemento Nacional de Apoyo Logístico (INSE III) que realizan desde hace dos meses el repliegue del material tras la misión española en Irak se encuentran "rotos" por la dureza de la misión asignada. Los efectivos, entre los que figuran unos 80 de la Agrupación de Apoyo Logístico (AALOG 41) de Zaragoza, permanecen actualmente en Kuwait para organizar el envío de los elementos por mar hasta Valencia o Almería. Junto a estos 120 militares, figuran otros 50 mandos y especialistas.

Todos ellos se encuentran en las bases kuwaitís de Camp Virgina y Ali al Salem y regresarán entre el 20 y el 23 de junio en vuelos civiles, una vez que se haya consumado el envío del material por mar en dos mercantes, el primero de los cuales llegará el próximo día 8. Varios buques de la Armada escoltarán los barcos, en los que también viajarán algunos conductores de vehículos.

Fuentes del Ministerio de Defensa explicaron a EL PERIODICO DE ARAGON que el repliegue de la base española de Diwaniya (Irak) ha supuesto un "enorme esfuerzo" para ellos. Allí han debido dejar el 60% del material --fundamentalmente, duchas, comedores, almacenes y combustible-- para cumplir a tiempo con los plazos previstos por el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero. Si hubieran recogido todos los elementos, "su regreso se habría pospuesto más o menos hasta el mes de agosto". "Es la misión más dura a la que se han enfrentado los logísticos. Durante estos meses están soportando unas condiciones de trabajo horrorosas, ya que dependen en gran parte del Ejército estadounidense. Y, al contrario de lo que mucha gente cree, los norteamericanos viven muy mal cuando salen al exterior. Por ejemplo, su comida es pésima", indicaron fuentes consultadas.

A estos problemas se añade la "gran tensión bélica" que azotó a Diwaniya desde la llegada de miitares de EEUU al acuartelamiento español. Durante varias semanas, los miembros del INSE III, a cuya cabeza se encuentra el teniente coronel Pedro Vallejo, tuvieron que desmontar la base bajo constantes ataques de mortero y explosivos del Ejército del Mehdi, que incluso sobrepasaron el perímetro de seguridad e impactaron en el interior de las instalaciones. De hecho, hasta que llegó la orden de abandonar gran parte del material los soldados creían que los plazos del repliegue se encontraban "en peligro", ya que no podían trabajar según el plan previsto inicialmente.

Sin embargo, la labor de los logísticos no concluirá cuando pisen territorio español, ya que a su regreso deberán desplazarse hasta los puertos a los que lleguen los materiales para transportarlos posteriormente a Zaragoza.