Las calles de Zaragoza albergaron ayer una persecución policial de película. Un largometraje cuyo final está pendiente de escribirse, debido a que el sospechoso consiguió deshacerse de los agentes de la Policía Local y huyó por carretera a un paradero que trata de descubrir la Policía Nacional, que ha asumido la investigación.

Todo comenzó a las 02.30 horas en la avenida Goya. Una patrulla de la Policía de Zaragoza observó que un turismo conducía a gran velocidad y con las luces traseras fundidas. Los agentes se pusieron a su altura y le pidieron que parara. El conductor del coche, un Ford Escort blanco, hizo el ademán de parar, pero cuando el agente se bajó de su vehículo, el sospechoso pisó el acelerador y emprendió su fuga. A toda velocidad y sin respetar semáforo alguno aceleró la marcha por la avenida Anselmo Clavé, Mayandía y volvió a la misma vía desde la que encaró el rumbo por la avenida Duquesa Villahermosa.

En Vía Univérsitas, a la altura de la calle de Berenguer de Bardají, la Policía Local cruzó dos coches para intentar que el infractor se detuviera, pero este decidió embestir a uno de los vehículos y seguir su escapada, tras remontar la mediana e ir en contra dirección. Una escena que se volvió a repetir en la avenida Navarra. Consiguieron encerrarlo entre los vehículos de la Policía Local, si bien no se dio por vencido y tras realizar varias maniobras y choques para conseguir salir de esa encerrona, tal y como finalmente pudo. En esta ocasión, varios agentes tuvieron que subirse en sus vehículos ante el peligro de ser atropellados. En ese momento, para tratar de que no fuera muy lejos, los policías realizaron hasta tres disparos, pero el conductor consiguió huir por la carretera Logroño. Dos agentes resultaron heridos. El coche había sido robado esa misma noche en Torrero.