Las asociaciones en defensa del mantenimiento de las unidades de salud mental en los barrios de Zaragoza se entrevistaron ayer con el Justicia de Aragón, Fernando García Vicente, para hacerle llegar los problemas que causará el traslado al centro de Valdespartera.

"Hablamos de pacientes que tienen mucha dificultad para integrarse y a los que le va a suponer un grave problema trasladarse. No nos han dado una razón del cierre y queremos respuestas", apuntó María Ángeles Cardiel, presidenta de la Asociación de Vecinos de Torrero.

De hecho, Cardiel aseguró que muchos de los enfermos ya han mostrado su negativa a desplazarse hasta Valdespartera y eso derivará en más problemas. "Son personas con una enfermedad mental y a las que les cuesta muchísimo adaptarse a un nuevo psiquiatra, a las terapias en grupo o a los talleres. No acudirán al nuevo centro y dejarán el tratamiento, lo que supondrá un problema para ellos y para las familias porque es una patología muy difícil", apuntó.

Los afectados esperan que el Justicia de Aragón, quien ya posee un dossier con los diferentes argumentos de los afectados por el cierre de salud mental, medie en el asunto y se abra por fin una vía de diálogo. "El avance que hubo en los años 80, cuando se implantó un centro de atención primaria en cada barrio, se está echando por tierra", matizó la presidenta de la asociación.