El "acoso" del que, a ojos del Gobierno de Aragón y del Partido Popular, fue víctima el sábado la consejera de Educación, Dolores Serrat, por parte de miembros de Marea Verde también fue criticado ayer por los partidos políticos. La oposición advirtió, eso sí, de que el hecho no puede servir para tapar la "nefasta gestión" que, según los partidos que la forman, protagoniza la titular del departamento.

Después de que el mismo sábado la DGA y el PP de Aragón emitiesen sendos comunicados "condenando enérgicamente" que representantes de Marea Verde se concentraran ante el domicilio de la consejera y levantasen una figura hecha con tupperwares y leyendas alusivas a la política educativa del Ejecutivo, ayer fue el turno del resto de fuerzas políticas.

La portavoz socialista en la Comisión de Educación en las Cortes, Mayte Pérez, manifestó que "no hay que traspasar los límites y las cuestiones personales han de respetarse siempre". Para Pérez, existen "otros foros, medios y oportunidades para ejercer la crítica". La diputada del PSOE, sin embargo, insistió en que también "hay argumentos suficientes para esa crítica" y pidió que "no se caiga en el victimismo y así se tape" lo que, para Pérez, es una "nefasta gestión".

El diputado de CHA Gregorio Briz también apeló a la necesidad de "preservar el derecho a la vida privada y a la intimidad" de los representantes políticos, si bien subrayó que "los recortes radicales" que, a su juicio, impulsa el Departamento de Educación contribuyen a "tensar de tal manera la situación, que la sociedad civil reacciona".

DESVIAR LA ATENCIÓN En esa línea se expresó también el coordinador general de IU Aragón, Adolfo Barrena, que participó el sábado en la concentración previa convocada por Marea Verde en la plaza España, pero no secundó la acción de la plataforma, ya en las inmediaciones de la vivienda de la consejera. Barrena apuntó que "los espacios de reivindicación y movilización no pueden invadir el domicilio particular de nadie", pero advirtió de que "no se puede desviar la atención y culpar a quien defiende sus derechos".

En el PAR, socio del PP en el Gobierno autonómico, la diputada María Herrero reconoció que "las medidas que se toman no son del agrado de nadie, pero el sábado se pisó una línea roja, lo que es totalmente inaceptable".

Marea Verde, que recibió el apoyo de CGT y que desde septiembre del 2011 agrupa a los miembros de la comunidad escolar contrarios a la política de recortes de las administraciones central y autonómica, defendió ayer su derecho a manifestarse "en una sitio público, sin interrumpir el tráfico y sin molestar a nadie". Pilar Trujillo, una de las portavoces, aseguró que la consejera sí practica "un acoso sistemático" a la educación.